domingo, 16 de junio de 2013
El ejemplo de las guardianas
En la ciudad de Manizales, Colombia, se lleva adelante un proyecto cuyo atractivo nombre ya delata la importancia de la mujer en el tema de la gestión de riesgos: Guardianas de la Ladera.
Este proyecto permite establecer importantes puntos de comparación entre esa experiencia (junto al ámbito físico espacial que la justifica), y la situación, más bien urgencia, que existe en otros espacios urbanos latinoamericanos en cuanto al desarrollo de propuestas que logren ser activadas a favor de la vida desde la perspectiva de políticas integrales de gestión de riesgo.
Las guardianas se encargan, entre otras actividades, de estabilizar taludes y hacen mantenimiento preventivo que evite el colapso de estructuras mitigadoras de los derrumbes y deslizamientos, en ciertas comunidades con alto factor de riesgo ante movimientos de masas.
En el caso venezolano, algunas ciudades andinas presentan ciertas condiciones que alientan la posibilidad de replicar un proyecto inspirado en las ahora ejemplares Guardianas.
Por ejemplo, por compartir ciertas semejanzas en los aspectos físicos espaciales, culturales y de escala económica con la ciudad de Manizales, la ciudad de Mérida puede ser candidata a desarrollar su propia experiencia, versión de la labor de esas damas que resguardan las inestables laderas.
Tanto Manizales como Mérida son capitales de los referidos estados; la primera con una zona metropolitana de poco más de 400 mil habitantes y la segunda – Mérida – con un área metropolitana prácticamente con esa misma cantidad de residentes (440 mil según proyecciones para el año 2008 del Instituto Nacional de Estadísticas, INE).
En cuanto a sus condiciones físicas espaciales y ambientales (las de Manizales y Mérida) se dan también varias similitudes. Con una elevación de 2160 msnm y una temperatura de entre 18 22 grados centígrados, Manizales se emparenta con una Mérida de 1650 msnm y una temperatura entre 18 y 24 grados centígrados. Ambas son ciudades de montañas con economía basadas en tres renglones idénticos: la agricultura (Manizales fundamentada en el café, Mérida más diversificada), la actividad universitaria y el turismo. Por su ubicación geográfica, en Manizales se pueden disfrutar diversos paisajes, tales como: nevados, bosques, montañas y valles. Caso similar al de Mérida.
En Mérida, pese a los avances en la materia, no existe todavía “un programa integral de capacitación y cultura ciudadana” al menos no con el agregado de incorporar actores socialmente vulnerables a sus filas, tal como las madres cabeza de familia representadas por las guardianas. Veamos ese ejemplo y, si podemos, sigámoslo.
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