domingo, 9 de febrero de 2014

En Mérida eventos asociados a las lluvias son los que demandan mayor atención



La historia de los eventos naturales que se han manifestado sobre el territorio venezolano, ha construido un perfil que le deja claro a los expertos que en el país los cuatro tipos de escenarios de riesgos más probables están vinculados con los fenómenos hidrometeorológicos (es decir con la lluvia o su ausencia), movimientos en masas (derrumbes, deslizamientos, deslaves), sísmicos y con los tecnológicos, estos últimos generados por la actividad humana.



Adelfo Solarte
adelfo.solarte@gmail.com

Por supuesto que a la hora de coordinar estrategias para dar respuesta a los desastres, es sumamente importante establecer cuáles son aquellos escenarios más probables en cuanto a ocurrencia.
El geógrafo Nerio Ramírez, quien se desempeña como geógrafo 2, en la sala de Evaluación Técnica e Integral (Setir) del Instituto de Protección Civil y Administración de Desastres del Estado Mérida (Inpradem), estima que en las evaluaciones de los escenarios de desastres, el ente encargado de las actuaciones, vale decir Inpradem-Protección Civil Mérida, ha concluido con que el grueso de actuaciones derivan hacia las situaciones que generan las lluvias, tales como inundaciones, crecidas y en segundo lugar los fenómenos asociados a los movimientos en masa, que pertenecen al ámbito geológico, o lo que es lo mismo la forma como a través de la historia se conformó el tipo de suelo que alberga la actividad humana.
Por supuesto que la combinación de lluvia con suelos de altas pendientes genera una combinación (en este caso del tipo hidrogeomorfológica) expresada en la mayor cantidad de situaciones que deben atender el personal de Protección Civil Mérida.
“El otro escenario de gran importancia en el caso de Mérida es el sísmico pero dado que tales situaciones ocurren de forma esporádica, es por lo que debemos priorizar y darle atención a aquellas emergencias y desastres que más nos pueden afectar”, comentó el geógrafo Ramírez.

La comunidad: un reto

Explicó Nerio Ramírez que Inpradem – PC Mérida tiene una misión establecida en la ley y que apunta a ser el principal espacio para la administración y gestión de los desastres, indistintamente del fenómeno o causas que los produzca.
En ese sentido, dado que es fundamental involucrar a los ciudadanos con estas causas, la formación de las comunidades se erige como uno de los principales retos en la acción del ente.
“Uno de los retos tienen que ver con el tema de la cantidad de funcionarios ya que la población crece y obviamente debemos ir ajustándonos desde el punto de vista del número de funcionarios para darle atención a los requerimientos que surjan en cuanto a educación y formación para saber qué hacer ante los escenarios de desastres que a estas alturas ya tenemos determinados”, explicó el funcionario.

A la par de la tecnología

Un punto fundamental es que buena parte de las acciones de organismos como Inpradem-PC Mérida se deben efectuar apoyados en una plataforma tecnológica y de equipamiento que garantice que a la hora de hacerle frente a los desastres y sus consecuencias, la respuesta sea rápida y efectiva.
En tal sentido, Nerio Ramírez manifestó su confianza en que en el caso de Venezuela éste sea un aspecto bien atendido dado que desde el mes de septiembre del año pasado (2013) el Ministerio del Poder Popular para las Relaciones Interiores, Justicia y Paz creó un Viceministerio para la Gestión de Riesgos y Protección Civil, que tiene al frente a uno de los mejores expertos en el país en el campo de los estudios de la gestión de riesgos.

“Ya el Viceministerio de Gestión de Riesgos y Protección Civil – comentó Nerio Ramírez - ha establecido reuniones y encuentros con los organismos de respuesta y sabe de las fortalezas que son muchas y por supuesto de las debilidades que deben ser atendidas. Aspiramos que poco a poco se vayan atendido las solicitudes ya que existe un organismo específicamente centrado en estos temas”.

FUE NOTICIA ESTA SEMANA


VENEZUELA

No hay vinculación entre
sismos de Colombia y Zulia

El sismo de 4,1 grados de magnitud que sacudió la madrugada del domingo al estado Zulia, en la frontera con Colombia, no causó daños ni a personas ni a bienes, según informaron voceros de la Fundación Venezolana de Investigaciones Sismológicas (Funvisis).
El movimiento telúrico se registró a las 01.32 hora local – es decir a la 1:32 de la madrugada – a una distancia de 50 kilómetros de Ciudad Ojeda, con una profundidad de 17,5 kilómetros. En Mérida el sismo también fue percibido.
La presidenta de Funvisis, Aura Emilia Fernández, pidió a los ciudadanos del noreste del país a través de la página web de su institución que mantengan "la calma ante hechos de esta naturaleza, normales en Venezuela, ya que este es un país sísmico".
Funvisis no vinculó el temblor al registrado hace dos días, de 5,1 grados Richter, en la vecina localidad colombiana de Bucaramanga, que además de en el Zulia se sintió en los estados venezolanos de Táchira y Mérida, también sin causar víctimas ni daños. / Nota redactada a partir de: www.elsiglo.com.ve/ Versión original de la agencia EFE.






BOLIVIA

Riesgo y ambiente se alzan
como prioridades de acción

Las acciones para generar mayor desarrollo económico y urbano han comenzado a tener consecuencias en el registro de los desastres naturales.
La deforestación, el avance de los asentamientos ilegales hacia las áreas verdes, la desnaturalización de los ríos y la falta de medidas de prevención han incrementado el riesgo de desastres.
Óscar Soriano, jefe de la Unidad de Gestión de Riesgos - de la ciudad de Cochabamba - explicó que en la región: "Estamos empezando a hablar de la resiliencia, entendida como la adaptación al cambio climático que estamos sufriendo, por lo que hay que aprender a vivir con ello y acomodarnos en la forma de vida con estas nuevas características".

En Cochabamba, las zonas más afectadas por las inundaciones y los diferentes desastres naturales en los últimos años han sido el valle alto, bajo y el trópico. / Con información de: www.lostiempos.com

MÉRIDA / Reforestar: una tarea para frenar el aumento de los desastres


Los datos que manejan los organismos internacionales estiman que entre el año 2000 y el 2012 la Tierra perdió 2,3 millones de kilómetros cuadrados de bosques a causa de la explotación forestal, los incendios, plagas o tormentas. La falta de esa masa vegetal se cuenta entre los detonantes de los desastres. Por eso reforestar es una obligación que salva vidas.





Adelfo Solarte
adelfo.solarte@gmail.com


Aunque el planeta Tierra ganó 800 mil km2 de bosques nuevos en la última década, el hecho de que haya perdió 2,3 millones de Km2 en ese mismo periodo deja un saldo negativo de una pérdida neta de 1,5 millones de km2 en total. Eso es tres veces el territorio de España. Es un dato desconsolador y alarmante.
Y es más dramático el problema si tomamos en cuenta que esa ausencia de masa vegetal se cuenta entre las causas directas que desatan los desastres o los potencian, en todo el mundo. Particular importancia tiene la combinación entre deforestación y fenómenos hidrometeorológicos (como la lluvia).
De allí que pensar en reforestar, es decir, devolver la capa vegetal que ha sido arrasada, es una estrategia que ocupa a muchos países, gobiernos y organismos.
En el caso venezolano el problema es particularmente preocupante ya que aún no se cuenta con una política de reforestación sostenida, más allá de las leyes y los compromisos políticos, los cuales, claramente, abogan por atender el tema.
Así lo cree el ingeniero agrónomo Arnoldo Márquez, quien preside la Fundación Kyoto, una de las pocas experiencias nacionales que desde el mundo de la sociedad civil organizada promueve la adopción de modelos de atención forestal a gran escala dirigidos a atender el tema ambiental en conjunción con un modelo de aprovechamiento económico que sea sostenible.
El nombre de la Fundación Kyoto se vincula con el Protocolo de Kioto sobre el cambio climático que es un documento de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, y un acuerdo internacional que tiene por objetivo reducir las emisiones de seis gases de efecto invernadero que causan el calentamiento global.
Según Márquez la Fundación Kyoto se ocupa de “promover el desarrollo sustentable, fundamento de un Modelo de Producción en equilibrio ecológico, en consonancia  con los derechos y deberes ambientales que asisten a los venezolanos, de proteger y mantener el Ambiente en beneficio de sí mismo y del mundo futuro”.

Esta estrategia de la Fundación se ha venido desarrollando a partir de un compartir activamente con el Estado la obligación Constitucional de educar y sensibilizar  a la ciudadanía en materia ambiental, para proteger la diversidad biológica, los recursos genéticos, los procesos ecológicos, los parques nacionales, monumentos naturales  y demás áreas de especial importancia ecológica,  a fin de garantizar que la población se desenvuelva en un ambiente libre de contaminación.

Estar atentos

Arnoldo Márquez considera fundamental que el tema de la reforestación sea visto en sus totales implicaciones ambientales.
Por ello, no duda en señalar a los procesos de deforestación como factores directamente relacionados con los desastres que se han presentado en el país y en lo específico en Mérida.
Situaciones como las sufridas por Santa Cruz de Mora, tras la vaguada, se vieron influidas por la clara deforestación que ocurre en las cuencas altas del Mocotíes.

“Venezuela está ubicado como país entre los 10 primeros con problemas de deforestación. En el caso concreto de Mérida tenemos cifras que indican que  mil 500 kilómetros cuadrados del territorio han sido arrasados por la tala y la quema indiscriminada, a veces con el pretexto de aumentar la producción agrícola, o para la cría de ganado”, reveló Márquez.

Organizaciones voluntarias siguen llenando el registro



El Registro Nacional de Organizaciones Voluntarias para la atención de emergencias y desastres, que se abrió el pasado 17 de diciembre de 2013, a través del portal www.renoaed.org , sumaba 221 organizaciones al quince de enero de este año.
El dato lo compartió vía Twitter el Viceministro para la Gestión de Riesgo y Protección Civil, Alejandro Liñayo, quien igualmente celebró que el registro esté siendo ampliamente atendido por quienes se desempeñan en el mundo del voluntariado.
Ese total de organizaciones voluntarias registradas engloba a unos 6 mil 120 voluntarios activos.

Por cierto que para ese momento de mediados de enero, el total de visitas al portal www.renoaed.org.ve, que es donde se ubica el registro, llegaba a 3 mil 831./AS

BOLIVIA / Morales: desastres son culpa del capitalismo





La negligencia del capitalismo que no ha evitado el calentamiento global es la principal causa de los desastres naturales que afecta a Bolivia y a muchas otras naciones del mundo, ha asegurado el presidente Evo Morales tras sobrevolar los anegados valles de Cochabamba, en el centro del país.

Vastas zonas del centro y del noreste amazónico boliviano se encuentran bajo el agua de ríos que se salieron del cauce debido a las persistentes lluvias que caen sobre territorio boliviano y que ya ha obligado a declarar “estado de emergencia nacional” a fin de disponer medidas de socorro a favor de las víctimas. / Nota tomada de: internacional.elpais.com

PERÚ / Cambios en lluvias afectan a Latinoamérica



Las playas de Lima, Perú, ilustran tal vez como ninguna otra, la cotidiana convivencia de los latinoamericanos con la constante amenaza de una catástrofe natural.
Entre enero y marzo del año pasado, más de medio de un millón de personas en América Latina y el Caribe fueron afectados por desastres naturales, la gran mayoría por inundaciones debido a cambios intensos en el régimen de lluvias anuales, según la ONU. De acuerdo a estimados del Banco Mundial, las consecuencias de los fenómenos naturales representan un costo para la región de unos $2,000 millones anuales.
Sin embargo, no hace falta que tales eventos se conviertan en desastres. El uso de la tecnología y una estrategia coordinada para reducir el riesgo con anticipación y responder rápido ante un fenómeno natural puede salvar muchas vidas y amortiguar pérdidas económicas. / Nota tomada de: internacional.elpais.com