La palabra
tragedia, o si lo prefieren desastre o calamidad, saltan sobre el teclado
cuando se busca la forma más apropiada para describir lo ocurrido en el páramo
merideño el 3 de junio del año 2003. Alrededor de treinta personas fallecieron
luego de varias crecidas que sorprendieron a los habitantes horas antes del
amanecer. Doce años después la lección aprendida indica que la vulnerabilidad
está por todos lados.
En Pueblo Llano la quebrada La Sucia causó severos daños a decenas de viviendas.
Adelfo Solarte
El
3 de junio de 2003 se concretó la que luego sería conocida como la Tragedia de
Pueblo Llano y Santo Domingo. Ambas poblaciones se asientan en el territorio
domingo por la Cuenca del río Santo Domingo. Lluvias intensas, la forma del
terreno, las características geomorfológicas de la zona y la ubicación
inadecuadas de viviendas, infraestructura y servicios en zonas de alto riesgos,
se unieron para desencadenar una tragedia que cobró la vida de alrededor de 30
personas.
Según
el Ing. Geólogo, Giovanny Rosales, distinguido del Cuerpo de Bomberos, consultado
por los investigadores María Luisa Olivero, Julián Aguirre Pe y Alix Moncada “el
desastre ocurrido en el municipio Pueblo Llano se desarrolló en varias etapas”.
La
explicación técnica indica que “se registraron precipitaciones continuas (días
antes del 3 de junio) con altos niveles de pluviosidad en la parte alta de la
microcuenca, así como infiltración y percolación de agua a través de los
estratos u horizontes del suelo y roca, y debido a que el terreno no pudo
retener más agua, se produjo la saturación y originó escorrentía superficial,
descargando el fluido en drenajes y aumentando el caudal de las quebradas”.
Una roca y un
puente
Según
el artículo científico titulado “Fenómenos relacionados con los movimientos de
barros y escombros ocurridos en la zona del páramo de Mérida en junio 2003”,
elaborado por los profesores
Maria
Luisa Olivero, Julián Aguirre Pe y Alix Moncada, uno de los puntos críticos de
la tragedia del Pueblo Llano y santo Domingo fue la obturación (taponamiento)
de la quebrada La Sucia por una roca que, con la fuerza de la crecida, bajó de
la montaña y se incrustó en un puente sobre la carretera Trasandina.
“Se
observó la quebrada tanto aguas arriba como hacia aguas abajo, donde desemboca hacia el
río Santo Domingo. La zona presenta claras evidencias de una enorme roca (hoy
destruida), que obstruyó el paso del agua por debajo del puente. Esta roca
ocasionó que los materiales sólidos que arrastraba la quebrada pasaran por
encima de la carretera inundando viviendas que se encontraban construidas en la
margen izquierda del río Santo Domingo donde la quebrada la Sucia desemboca en
el río después de pasar el puente”, explica la observación de los expertos.
Instalaciones
deportivas, puentes, postes, acueductos y otros sufrieron daños en la crecidas
del 2003 en el páramo.
El primero de la
lista
Como
todos los merideños han de recordar, la llamada Tragedia del Mocotíes, fue un
desastre socionatural ocurrido del 11 al 16 de febrero de 2005 y que durante
una semana afectó a las poblaciones de Santa Cruz de Mora, Tovar, Zea,
Bailadores, La Playa, San Francisco, entre otras y que por el número de
víctimas (estimado en 200 por algunas fuentes) se constituye en el peor evento
de tipo hidrometeorológico ocurrido en Mérida en la historia contemporánea.
También es uno de los 10 eventos más significativos de este tipo en Venezuela.
No hay comentarios:
Publicar un comentario