Las
sequías, heladas y granizadas azotan las montañas bolivianas mientras que
inundan las tierras bajas, lo que genera pérdidas anuales que superan los 150
millones de dólares, según cifras oficiales. Los aportes culturales se
congenian con la tecnología para intentar entender un clima cambiante y que
impone fuertes desafíos.
Durante siglos, los agricultores de Cutusuma,
Bolivia, un frágil ecosistema, andino han observado el comportamiento de
plantas y animales para saber qué cultivos sembrar y cuándo.
Cada 18 de marzo, por ejemplo, el
agricultor Francisco Condori observa la dirección del viento y las nubes. Si es
ventarrón y viene del este, habrá helada; si es viento suave, se atrasará la
helada. Si al final del verano los juncos lucen secos, quiere decir que se
viene una sequía.
Pero dado que el comportamiento del clima
es cada vez más errático, hecho que los científicos atribuyen al calentamiento
global, estos métodos ancestrales son cada vez menos fiables y podrían arruinar
los cultivos.
Aun así, los agricultores locales confían
en esas señales y algunos como Condori las complementan con instrumentos
meteorológicos. Incluso, el gobierno está recuperando esos saberes ancestrales
en un país que no cuenta con suficientes estaciones meteorológicas y ha
incorporado las observaciones al sistema integral de información agroclimática.
"Me guío por esos indicadores
naturales y me está yendo bien", dice Condori. Para comprobarlo, basta ver
los rebosantes cultivos de papa en floración que pintan de verde el paisaje del
altiplano a orillas del lago Titicaca, cerca de La Paz.
La comunidad, además, hace ofrendas a la
Pachamama (Madre Tierra) para calmar la ira del clima y pedir por una buena
producción.
En el altiplano y los valles andinos la
agricultura todavía es tradicional. Los campesinos surcan la tierra con bueyes,
algunos con tractor para cultivar papa, quinua y haba para el mercado local.
Las sequías, heladas y granizadas azotan la montaña mientras que inundan las
tierras bajas, lo que genera pérdidas anuales que superan los 150 millones de
dólares, según cifras oficiales.
Científicos que estudian los efectos del
cambio climático sobre el comportamiento animal dicen que está alterando los
patrones de hibernación y migración, y obliga a algunos animales a moverse a
zonas de mayor altitud porque sus hábitats tradicionales se han calentado.
El
ritual se impone
Cada 3 de mayo, Condori escudriña en el
cielo la Cruz del Sur: si aparece luminosa y en el mismo sitio del año previo,
iniciará la siembra en el mismo mes y en la misma parcela del año anterior. Si
no aparece la constelación, será mejor cultivar otro lugar, dice.
En septiembre observa dónde anida un ave
plomiza llamada leque leque. Si pone huevos en la cresta del surco habrá
lluvia, pero si empolla en la ranura baja será un año seco. Por las manchas en
el huevo, Condori cree adivinar si será mejor sembrar papa o quinua. "Las
manchas grandes son para la papa, los puntitos pequeños son quinua",
asegura.
Pero el comportamiento del ave se ha vuelto
errático. Unas empollan encima, otros debajo. Quiere decir, según Condori, que al
iniciar la siembra habrá lluvia y que después se perderá.
Más sorprendente es el qiri qiri, un
pequeño pájaro de la familia de los cernícalos, que anida en juncos a orillas
del Titicaca. Por la altura del nido los campesinos predicen cuántos
centímetros crecerá el lago y si habrá mucha o poca lluvia.
"Para este año construyó el nido a 40
centímetros del nivel del lago, pero después lo deshizo, subió a 50 y cuando
estaba por terminar otra vez deshizo el nido y finalmente subió a 75
centímetros. Sabíamos que llovería bastante", afirma Condori.
Si las lluvias se anuncian abundantes,
sembrarán papa, si se anticipa seco optarán por quinua, que requiere menos agua
y usarán bosta como abono para que actúe como esponja y retenga la humedad.
Para dar mayor certeza a
sus pronósticos, combinan varios indicadores y comparten sus observaciones con
comunidades vecinas antes de planear la próxima siembra. / Autor: Carlos Valdez
/Agencia AP
No hay comentarios:
Publicar un comentario