Un aspecto parcial del salón del Centro de Formación Pozo de Rosas, que acogió a los participantes del II taller Nacional.
Con una gran participación, intensos debates, reflexiones técnicas y un gran compromiso por seguir avanzando, culminó el Taller Nacional II del Proyecto PREVENIMOS DESASTRES PLANIFICANDO SEGURO: Gestión del Riesgo de Desastres, Fortalecimiento de Capacidades y Procesos de Planificación Estratégica Participativa para el Desarrollo Local Sostenible del Territorio.
Como muchos ya saben, este proyecto es ejecutado por el Grupo Social CESAP con financiamiento de la Unión Europea. En este ocasión el II Taller Nacional se realizó del 19 al 23 de octubre, en el centro
de Formación Pozo de Rosas ubicado en San Pedro de los Altos, en el estado Miranda. El tema
principal de este Segundo Taller fue El Riesgo
de Desastres y Evaluación del Riesgo de Desastres y Resiliencia en el
Territorio.
En
esta oportunidad, los más de 60 participantes, estuvieron acompañados por tres reconocidos facilitadores internacionales. Por un lado el asesor principal del proyecto, el arquitecto Jaime Váldes, quien una vez más guió y animó a los presentes en el proceso de reflexión sobre los temas de gestión del riesgo, reducción de desastres, resiliencia y desarrollo sostenible.
Váldes estuvo acompañado por dos profesores que junto a él dan piso académico, al proyecto Escuela Latinoamericana de Desarrollo Sostenible (Elades): el chileno Jaime Soto y el nicaragüense Francisco Mendoza. Estos especialistas compartieron sus conocimientos y
experiencias en el tema de la
evaluación del riesgo y herramientas para
la gestión territorial y gestión del riesgo de desastres y resiliencia en el
territorio. Junto a ejemplos y experiencias internacionales, los presentes también contaron con la presentación de algunas iniciativas nacionales sobre manejo de sistema de información geográfico y gestión de riesgos.
Lo local como prioridad
El chileno Jaime Soto, quien es sociólogo con amplios conocimientos en el manejo de herramientas tecnológicas para la apropiación de información que permite diagnosticar los niveles de riesgos ante desastres, fue muy enfático en recomendar a los participantes del II Taller Nacional del proyecto Prevenimos Desastres Planificando Seguro, que a pesar de que en algunos casos la percepción inicial pueda indicar que el municipio no tiene capacidad de respuestas ante las urgencias de atender los escenarios de desastres, esta visión es equivocada ya que, contrariamente, es el municipio el que tiene la mayor incidencia en estos asuntos.
También comentó Soto que "no hay excusas a estas alturas del siglo XXI para no contar con buena información técnica en la toma de decisiones". En este sentido dijo que los gobiernos locales deben apropiarse de la tecnología disponible para tener una base técnica que permita evaluar el riesgo y tomar las decisiones puntuales, sin esperar a que tales medidas vengan del gobierno central. "Hay que hacerlo, avanzar, debemos ser ejemplo de resiliencia, de a poco hay que salir hacia adelante", expresó Soto sobre su visión.
El equilibrio detrás del riesgo
Desde una visión centrada en el respeto al ambiente y en la convivencia armónica hombre-entorno (ecosistema), el nicaragüense Francisco Mendoza, reflexionó sobre lo que hay detrás de los desastres: "Allí lo que vemos - dijo - es la ausencia de equilibrio. Un equilibrio que se rompe genera riesgo, tal como puede pasar con una persona que de pesar 70 kilos y pesa 140...Allí se rompe el equilibrio y sobreviene el riesgo", ilustró a los presentes en el taller, iniciativa del Grupo Social CESAP y la Unión Europea.
Para Mendoza, no hay razón para ser pesimista, pese a que sean muchas veces los gobiernos los que construyen el riesgo a partir de la inacción o bien porque eventualmente pueden actuar en contracorriente con lo que ordena la sostenibilidad.
El próximo taller nacional, el tercer y último del ciclo de formación en el que toman parte más de 60 funcionarios municipales y otros actores vinculados a la gestión de riesgos (líderes comunitarios, expertos y cuerpos de respuesta), se efectuará a finales del mes de febrero del próximo año 2016. Hasta entonces en cada uno de los municipios, cada equipo técnico intentará ejecutar algunas tareas gruesas, tales como el desarrollo y puesta a punto del un proceso de Planificación Territorial Participativa (PTP) y el desarrollo simultáneo de un Plan Territorial Sostenible (PTS).
En la mesa principal, guiando las actividades del Taller, compartieron Jaime Váldes, Jaime Soto, Francisco Mendoza, todos ellos asesores internacionales. Junto a estos, Abelina Caro, coordinadora del Proyecto Nacional Prevenimos Desastres Planificando Seguro.
Un país, ocho experiencias
Los participantes en Proyecto PREVENIMOS DESASTRES PLANIFICANDO SEGURO: Gestión del Riesgo de Desastres, Fortalecimiento de Capacidades y Procesos de Planificación Estratégica Participativa para el Desarrollo Local Sostenible del Territorio, son funcionarios locales de los municipios Mario Briceño Iragorry (estado Aragua), Iribarren (estado Lara), Sucre (estado Sucre), San Francisco (estado Zulia), Valera (estado Trujillo), Guanta (estado Anzoátegui) Sucre (estado Miranda) y
Libertador (estado Mérida). Asimismo participan otros actores locales tales como
organizaciones comunitarias, escuelas, hospitales organizaciones e
instituciones de Ayuda Humanitaria presentes en cada una de estas localidades.
El equipo de trabajo de Mérida, durante una de sus participaciones en el Taller Nacional.
UN ASOMO FOTOGRÁFICO AL II TALLER NACIONAL CESAP-UE
El profesor Francisco Mendoza, de Nicaragua, alentó a los participantes a trabajar en pro del reestablecimiento del equilibrio en sus municipios
Jaime Vlades, asesor internacional del proyecto: siempre con su verbo motivador.
Jaime Soto, sociólogo, mostró que la información es una necesidad para la acción.
El equipo técnico de Mérida trabajando en uno de los variados ejercicios sobre evaluación de riesgos.
Guanta es un municipio pequeño en extensión pero grande en proyectos y trabajo
Los larenses destacaron por su trabajo profesional y bien encaminado.
No todo fue trabajo: la coordinadora del proyecto (Abelina Caro) sorprendió a todos los participantes con un regalo especial: una cena de Navidad adelantada. Para ello contó con la colaboración del Cesap y el equipo de trabajo del Centro de Formación Pozo de Rosas, gente trabajadora y muy humana.