Francisco Castellón Mendoza es un niño de 10 años que llegó al “Campamento Educativo de Gestión de Riesgos”, para reconocer los peligros que enfrenta en su comunidad, Sabana Grande, en El Jícaro, municipio de Nueva Segovia, de Nicaragua.
El pequeño relata a sus promotores guías, cómo las fuertes lluvias hacen crecer el río en temporada y como él junto a sus amigos tienen que ingeniárselas para cruzar las fuertes corrientes para asistir a clases y regresar a casa.
“Yo recuerdo una vez que llovió muy fuerte, y en el río pasó un hombre muerto, es por eso que venimos a los campamentos, para que nos enseñen a saber qué hacer para que no nos pase nada malo”, expresó Castellón.
Son 123 los niños que acuden a los campamentos educativos impartidos por el Instituto para el Desarrollo y la Democracia, en conjunto con la Asociación para la Cooperación con el Sur, Acsur-Las Segovias.
Juegos como “Riesgolandia”, La
alfombra bailarina, Tócame si puedes, Cabrita salí de tu huerta y Doña Ana no
está aquí, son las metodologías usadas con los infantes para hablar sobre
desastres y cambio climático; amenazas, vulnerabilidad, riesgos y alertas./ Con
información de: www.elnuevodiario.com.ni
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