Aunque no es un
hecho nuevo, la sismicidad focalizada en una zona específica, aún sigue siendo un evento llamativo y que no
está exento de producir cierta zozobra
entre la población en las que dichos movimientos se sienten con más frecuencia.
Más allá del susto, los especialistas creen que debemos tomar este tipo de
episodios como un recordatorio de las características telúricas del espacio que
habitamos.
La región andina es propensa a los sismos. Estar preparados es mejor actitud que vivir atemorizados.
Adelfo Solarte
adelfo.solarte@gmail.com
Tras
el fuerte sismo de magnitud 5.2, registrado a 9 minutos para las doce de la
noche, el pasado miércoles 4 de febrero, evento que estuvo ubicado a 13
kilómetros de La Fría, en el estado Táchira; y a 45 kilómetros de Tovar, en el
estado Mérida, muchas personas que sintieron el movimiento telúrico han
manifestado su temor porque tras ese fenómeno, sobrevenga sobre los andes un
terremoto catastrófico.
Esa
preocupación, convertida en miedo, ha tomado forma también, debido a los
mensajes que suelen trasmitirse en las redes sociales, los cuales, casi
siempre, no pasan de ser comentarios especulativos, no científicos, y, en
algunos casos, divulgados con la idea de generar temores infundados.
Lo
cierto es que el temblor del 4 de febrero sí es uno de los más fuertes
registrados en los andes en la última década. Si a esto sumamos el hecho de que
se han producido más de un medio centenar de réplicas (algunas por encima de
4.0 de magnitud) podría decirse que ciertamente hay razones para la duda de lo
que pueda pasar.
Pero,
así lo sostienen los especialistas, ese temor debe ser convertido en acciones
conscientes que nos lleven a tomar medidas para separar los falsos rumores, de
lo que sí es información válida y, más aún, para organizarnos en función de
asumir el hecho cierto de que vivimos en un territorio que ha sido afectado en
el pasado por terremotos que, según los sismólogos, tenderán a repetirse en el
futuro.
Protección Civil y
Funvisis: atentos
En
una nota de prensa generada por la Fundación Venezolana de Investigaciones
Sismológicas (Funvisis) se infomó a finales de la semana pasada que esa
institución científica así como el sistema de Protección Civil “se mantienen
activados en las poblaciones de Táchira, Mérida y Trujillo”, tras el sismo
registrado en horas de la noche del pasado miércoles 4 de febrero, de magnitud 5,2.
En
esa nota de prensa, Aura Fernández, presidenta de Funvisis, reiteró que el
evento no dejó heridos ni daños a infraestructuras, a pesar de las más de 30
réplicas que hasta el momento se han sucedido en dicha zona, ubicada en el
llamado sistema de fallas de Boconó, uno de los principales del país.
"Al
ocurrir este movimiento se activan todas las fallas vecinas y ocurren esta
cantidad de sismos que han ido bajando su magnitud. Estas réplicas y sismos
asociados al de 5,2 pueden seguir ocurriendo durante estos días y se le
recomienda a la población estar atenta y tomar en cuenta los planes familiares
de desalojo, así como en el trabajo y en las escuelas", expresó.
Entonces… ¿Qué
ocurrirá?
Los
terremotos y todo el sistema de eventos a ellos asociados, siguen siendo los
chicos incomprendidos del reino de las llamadas amenazas socionaturales. Si bien las lluvias, las sequías, las
erupciones volcánicas, los huracanes y los tornados – por citar un puñado de
fenómenos - no han sido “domados” por el
conocimiento científico, su ocurrencia está cada día mejor monitoreada y
precisada.
Con
los terremotos hay muchos avances pero también un amplio terreno para la
sorpresa. Se sabe dónde temblará, se sabe hasta dónde puede llegar la magnitud
en una zona determinada e incluso, en función del conjunto de vulnerabilidades
de la población, hay estimaciones de cuánto daño puede causar un terremoto
determinado. Pero hasta allí.
El
dónde exacto, el cuándo exacto y el cómo exacto aún pertenecen al terreno de la
especulación.
Por
eso eventos como los temblores ocurridos en los andes la primera semana de
febrero, que hemos atravesado los merideños entre temores y cierta
inquietud, suelen ser bien recibidos por
los expertos, ya que ayudan a mejorar notablemente la información científica
sobre las características específicas de nuestra realidad sísmica… La de
Mérida.
Lo importante: las
acciones
Para
el profesor Jaime Laffaille lo que sí nos recuerda este tipo de eventos
sísmicos es que nuestras ciudades están localizadas dentro de una región
sísmicamente activa, en una zona de deformación de la corteza terrestre en la
que se están acumulando grandes energías y que éstas serán liberadas en algún
momento a través de un terremoto de mayor magnitud que los actuales.
La
idea es que estos episodios no sean menospreciados y que sirvan para tomar una
serie de acciones que conduzcan a que nuestros pobladores vivan y trabajen en
lugares más seguros, que conozcan lo que pueden hacer personalmente para
mejorar en este sentido su entorno y el de su familia. Estas acciones deberán
ser apoyadas por los organismos e instituciones regionales y nacionales, trabajando
de manera coordinada para estimular, apoyar y mantener en el tiempo un
crecimiento sostenible de nuestras poblaciones.
Funvisis
monitorea la actividad sísmica y se mantiene alerta ante cualquier situación.
Lo mismo hace Protección Civil.
Los extremos
preocupan
Para
los expertos en sismología Jaime Lafaille y Raúl Estévez, ambos investigadores
vinculados al Laboratorio de Geofísica de la Universidad de Los Andes, “la
intensa actividad sísmica por un lado, o lo que pudiéramos llamar un “silencio
sísmico” – por el otro -, indican que algo anómalo ocurre, aunque no sea
evidencia suficiente para determinar la potencial ocurrencia de un terremoto de
gran magnitud”.
RECOMENDACIÓN:
La página de FUNVISIS es el sitio más recomendado para obtener información clara, precisa y científica sobre los movimiento telúricos que ocurren en suelo venezolano. Incluso tiene la posibilidad de que los usuarios puedan reportar los eventos sentidos.
Sean sinceros e informen como se debe hacer, depende de la actitud de las personas, hasta ahora el tema del terremoto que azota a merida
ResponderEliminarComo se ve que no vive ecuador tiembla cada dia venezuela aparte de maduro no corre mas peligros
EliminarLo han tomado como juego o broma, sacan chistes y muy poca pero muy pocas personas estamos preparadas, no han hecho
ResponderEliminarEl trabajo de prevención como se debe hacer, cuando se invitan a las instituciones para las charlas dejan embarcados que luego asisten y allí se queda... No han sido serios con el tema de los terremotos y por eso la población lo ha tomado para burla, y de ocurrir un terremoto mayor a 7 grados ni lo permita Dios, y con la actitud de la población aunado con la situación política y económica que vivimos eso va a pesar pero mucho la mortandad que va haber... Solo le pido a Dios que nos proteja...
ResponderEliminarestoy de acuerdo que la gente dice que eso es pura mentira que en la zona andina se puede producir en cualquier momento un terrible terremoto. necesitamos mas informacion a todos los Andes Venezolanos.. por caridad....
ResponderEliminarVenezuela no corre peligro la placa de nazca y sudamerica convergen entre ecuador peru y chile. Venezuela va muy arriba
EliminarY los terremotos de 1610, 1784, 1812 y 1894 que destruyeron los Andes venezolanos? Venezuela tiene un contexto tectónico interesante, marcado por la Placa Caribe y la Placa Suramericana.
EliminarSi se vives en un pais qué rara vez tiembla y ocure un sismo de 5.1 podria pasar uno peor días despues
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