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domingo, 26 de junio de 2016

INICIATIVA MERIDEÑA / Historias de Riesgo: una radionovela para tomar consciencia



Una radionovela inspirada en la gestión del riesgo... Historias de Riesgo


Pablo Kaplún, quien genéticamente siente especial atracción hacia el mundo de la radio (es hijo de Mario Kaplún, tal vez el radialista más importante de Latinoamérica), se empeñó en devolverle al género de la radionovela una nueva función social: la de vehículo que sembrara interés en temas marginados de la discusión pública,  pero que son tan relevantes que en ellos se nos va la vida. La gestión del riesgo de desastres, por ejemplo.

De su constancia nació el proyecto Historias de Riesgo, que tomó forma gracias a la vinculación del periodista Jorge Manrique, y el apoyo decidido de los alumnos y personal del Liceo Experimental Fray Juan Ramos de Lora, de la ciudad de Mérida y la organización ambientalista Geografía Viva. La iniciativa se inserta en el proyecto mayor denominado Mejoramiento de la Capacidad de Respuesta Comunitaria ante Riesgos Socio-ambientales con Participación Ciudadana.

Historias de Riesgo es una radionovela de 5 capítulos, cada uno de alrededor de 5 minutos. En cada uno de los capítulos se va contando la vida sencilla de un grupo de jóvenes quienes son los encargados de involucrar a los oyentes con los conceptos de gestión de riesgo, prevención y respuesta ante eventos socionaturales y humanos. Específicamente la radionovela cuenta la vida real de un grupo de los animadores ambientalistas de un proyecto radial previo denominado Un rato en PAS, participamos por un ambiente sano.

Esta iniciativa radial, en su sencillez, posee varios aspectos que elevan su importancia, tal vez más allá de la que los propios protagonistas se imaginan. Para empezar es un proyecto radial creativo, inédito, ya que si bien en otros lugares de Latinomaérica son frecuentes este tipo de proyectos basados en radionovelas con contenido basado en la elevación de la conciencia social en torno a temas claves, en Venezuela es la primera experiencia que vincula el formato con la gestión de riesgo de desastres.

También tiene de importante este proyecto, el hecho de que se vincula con los jóvenes y los docentes, además de estar basado también en la experiencia de mejoramiento de capacidades comunitarias que se desarrolla en la comunidad urbano-rural de El Rincón.

La presentación pública de la radionovela se desarrolló el pasado miércoles 22 de junio en el patio central del Liceo Fray Juan Ramos de Lora, ubicado en la urbanización Los Sauzales.  Allí se difundió en capítulo 1 de la serie. 

¿Donde escuchar la serie?

Para quienes deseen hacerle seguimiento a esta radionovela, les invitamos a sintonizar cada sábado de julio (es decir durante cinco sábados consecutivos), de 8:25 a 8:55 de la mañana el programa Aquí se Habla del Riesgo, que se transmite por la emisora ULA FM, en el dial 107.7 . El programa Aquí se Habla del Riesgo, es un proyecto comunicacional con casi seis años al aire. Sus productores quisieron apoyar este esfuerzo educativo y comunitario de Historias de Riesgo, prestando parte de su tiempo para que la radionovela se transmita y pueda ser escuchada por un mayor número de personas.



Pública presentación...

Las que siguen son algunas imágenes del acto de presentación de la radionovela Historias de Riesgo, efectuado el pasado 22 de junio en el Liceo Fray Juan Ramos de Lora:
Pablo Kaplún, motor y uno de los responsables del proyecto Historias de Riesgo, se dirige a los jóvenes del Liceo Fray Juan Ramos de Lora, durante la presentación de la radionovela.


Jorge Manrique, periodista que  con su trabajo apoyó el proyecto radial Historias de Riesgo.


Alumnos del Liceo Fray Juan Ramos de Lora. Junto a algunos docentes dieron voz y vida a los personajes de Historias de Riesgo.

Parte de los invitados a la premier de la radionovela en el patio central del Liceo Fray Juan Ramos de Lora. 





lunes, 18 de mayo de 2015

ESPAÑA / Tecnología para ciudades a prueba de desastres





Desastres naturales como el sufrido en Nepal son inevitables. Terremotos, inundaciones o incendios son una realidad que forma parte de la naturaleza. Pero la capacidad de la sociedad para resistirlos y recuperarse de forma rápida depende en gran parte de disponer de unas infraestructuras tecnológicas robustas.
Para hacernos una idea del coste que representa para el planeta este tipo de desastres naturales, la ONU estimó pérdidas de unos 400 billones de dólares USA en 2011, frente a los 10 billones que supusieron en 1975. El riesgo de desastres en las ciudades ha aumentado a medida que ha ido creciendo su población y no se ha tenido en cuenta la vulnerabilidad de la ubicación de las mismas, a menudo en zonas inundables o áreas con riesgos geofísicos.

Para Pedro Crespo, director de Gestión de Emergencias   de la empresa española Indra “afrontar el problema exige dotar a las ciudades de sistemas de gestión de emergencias, disponer de infraestructuras tecnológicas capaces de resistir este tipo de desastres y contar con soluciones de alerta temprana y aviso a la población, entre otros”.
No solo hay que disponer de sistemas que nos ayuden a reaccionar ante el desastre en sí, también es necesario restablecer la actividad económica de forma rápida. "De ella depende buena parte de los servicios básicos que necesitan los ciudadanos y su fuente de ingresos", explicó Crespo.
En lo que se refiere a la gestión de la emergencia en sí, ciudades como Madrid son pioneras. La capital española puso en marcha tras la experiencia del 11-M un avanzado centro de gestión de emergencias, denominado CISEM, que monitoriza cualquier situación de riesgo y coordina la respuesta de policía, bomberos y equipos sanitarios.
El equipo de Seguridad de Indra lideró su implantación y Crespo explicó en Bruselas que el CISEM cuenta con un centro de respaldo redundante, diferentes tipos soluciones de comunicaciones (móvil, radio, TETRA, satélite), centros de control transportables y diferentes fórmulas para disponer de suministro de energía, todo con el objetivo de garantizar la continuidad del servicio ante cualquier tipo de incidencia. / Información editada a partir del sitio: www.teinteresa.es/



lunes, 12 de enero de 2015

Haití: los desastres recurrentes impiden concentrarse en la gestión de riesgos

Cinco años después del terremoto, las agencias de ayuda sostienen que se han logrado progresos en instruir a las comunidades sobre lo que tienen que hacer cuando se presenta un desastre, incluyendo sistemas de advertencia temprana, ejercicios de simulación e identificación de albergues. Pero cada desastres ocupa la atención que debía dirigirse hacia los problemas de fondo.




Por Anastasia Moloney / Thomson Reuters Foundation / Material tomado de la página: http://es.investing.com/


Claude Enrico sobrevivió al terremoto que devastó Haití hace cinco años y ayudó a rescatar a las personas que quedaron atrapadas entre los escombros en la destruida capital Puerto Príncipe.
Ahora se dedica a salvar más vidas en el país caribeño, propenso a los desastres.
Ubicado sobre dos fallas geológicas y en la trayectoria de huracanes, Haití está entre los países con mayor riesgo de sufrir desastres naturales en el mundo, incluyendo inundaciones, tsunamis y sequías.
El terremoto, de magnitud 7, que sacudió el país el 12 de enero del 2010, dejando más de 220.000 muertos, fue una llamada de advertencia para el Gobierno y las agencias de ayuda internacional sobre la imperiosa necesidad de proteger a los haitianos de los desastres y generar una resistencia entre las comunidades para tolerar los impactos.
"Tenemos que aprender a vivir con los fenómenos naturales", dijo Enrico, de 37 años, un funcionario de protección civil del Ministerio del Interior de Haití.
"Es inevitable que se produzcan año tras año. Por lo que debemos entrenar a las personas sobre lo que deben hacer en una emergencia y asegurar que las familias tengan un plan de evacuación", agregó.

Red de Voluntarios

Enrico pertenece a una red de 3.000 voluntarios recién entrenados y personal a sueldo, creada a raíz del terremoto, que trabaja en las 10 provincias de Haití.
Capacitados en primeros auxilios y respuestas a emergencias, están al frente de los esfuerzos del Gobierno para garantizar que Haití esté mejor preparado para enfrentar los desastres y pueda salvar más vidas.
"Todavía nos faltan equipos, bomberos y más personas tienen que ser entrenadas. Pero las comunidades son más conscientes sobre cómo estar seguras. Uno de nuestros mensajes claros es decirle a la gente que no cruce los ríos durante una inundación porque es así como a menudo las personas mueren", dijo Enrico en el Centro Nacional de Operaciones de Emergencia (COUN) en el centro de Puerto Príncipe.
Construido en el 2010 después del terremoto, el centro es el lugar dónde se reúnen los ministerios del Gobierno y las agencias de ayuda para coordinar la respuesta a los desastres. El centro, que incluye un depósito que contiene agua, colchones, kits de higiene y alimentos, ha sido puesto a prueba.
Una epidemia de cólera en octubre del 2010, que causó la muerte de más de 9.000 personas, tuvo lugar, seguida de varias tormentas tropicales, incluido el huracán Sandy, que mató a 54 personas y obligó a 100.000 haitianos a evacuar sus hogares en el 2012.
"En Haití, es la acumulación y combinación de desastres lo que ejerce presión en el Gobierno y la gente", dijo Thomas Pitaud, asesor técnico principal del Gobierno en sistemas nacionales de gestión del riesgo de desastres.
Cada año en partes de Haití, casas y animales son arrastrados, los campos inundados, las cosechas de alimentos y las tierras de pastoreo destruidas por tormentas e inundaciones, lo que eleva el precio de los alimentos.
Con un 60 por ciento de la población de 10 millones de haitianos viviendo con menos de 2 dólares diarios, incluso una pequeña alza en el precio de los alimentos puede significar que las familias no logren llevar suficiente comida a la mesa.

Preparación para desastres

Cinco años después del terremoto, las agencias de ayuda sostienen que se han logrado progresos en instruir a las comunidades sobre lo que tienen que hacer cuando se presenta un desastre, incluyendo sistemas de advertencia temprana, ejercicios de simulación e identificación de albergues.
Otros proyectos incluyen la construcción de muros de contención y canales de drenaje, junto con planes de protección de cuencas y diques para conservar los suministros de agua y reducir el impacto de las inundaciones y los deslizamientos de tierra.
Pero esos esquemas, junto con los esfuerzos de haitianos como Enrico, tienen sus limitaciones para reducir la alta exposición a los desastres que enfrenta Haití.
En primer lugar, se han logrado muchos menos progresos de lo esperado en la reducción de riesgos de desastres, y en hacer más seguras todas las nuevas viviendas, hospitales y escuelas que se construyen para resistir un terremoto.
"Hay un ambiente que está muy degradado", dijo Pitaud, quien también trabaja para el Programa de Desarrollo de Naciones Unidas (PNUD) en Haití.
"Estamos respondiendo constantemente a una catástrofe tras otra, de modo que es difícil enfocarse a reducir los riesgos en el largo plazo y obtener financiación", aseveró.

domingo, 7 de diciembre de 2014

Por un lenguaje común en la gestión de riesgos ante desastres (y II)








Debemos estar claros: una lluvia o un río no significan desastres 
a menos que construyamos vulnerabilidades en su entorno.

La semana pasada publicamos un primer grupo de conceptos claves en el área de la gestión de riesgos socionaturales y tecnológicos que consideramos básicos para entender de qué va este tema que cada día logra una mayor atención de autoridades y comunidades. Así como algunos grupos organizados de Mérida los han incorporado a su práctica (como Vecinos por el Ambiente en La Mucuy Baja), ¿qué tal si también los reconocemos, entendemos y aplicamos?

Para comprender de qué trata la gestión de riesgos, esta vez nos apoyaremos en la didáctica y esclarecedora explicación que da Gustavo
Wilches –Chaux, un apasionado de la comunicación en gestión de riesgos. Este texto es sólo parte de su libro  “Auge, caída y levantada de Felipe Pinillo mecánico y soldador o yo voy a correr el riesgo”,
Guía de la Red para la Gestión Local del Riesgo. Leamos:

“…Cuando hablamos de desastres, nos estamos refiriendo a sucesos y procesos ya ocurridos, sobre los cuales la intervención posible es básicamente curativa y que de una u otra manera resultan "excepcionales" frente al curso normal de la vida de una comunidad, así las condiciones necesarias para que éstos se produzcan estén íntimamente trenzadas con las características de esa comunidad y de su entorno natural y cultural.
En cambio cuando hablamos de gestión del riesgo, tal y como la entenderemos a lo largo de este texto, estamos hablando de la capacidad de la comunidad para transformar precisamente esas condiciones causales antes de que ocurra un desastre.
Los riesgos, lo veremos más adelante, surgen de la confluencia en una misma comunidad de dos ingredientes: una amenaza y unas condiciones de vulnerabilidad. La amenaza y la vulnerabilidad son como una bomba y una mecha, que de manera
separada no representan riesgo alguno, pero que al juntarse se convierten en la posibilidad de que se presente un desastre.
La gestión del riesgo parte del reconocimiento de que de llegarse a juntar la bomba con la mecha, se pueden producir una serie de efectos destructivos sobre la comunidad y su entorno (efectos que, al producirse, constituirían el desastre), y de calcular cualitativa y cuantitativamente esos efectos, con el objeto de evitarlos, y actuando sobre las causas que los producen.
La Tierra es un organismo vivo, dinámico y cambiante, sujeto a todo tipo de transformaciones "orgánicas", algunas de expresiones súbitas y "violentas", otras graduales y a veces imperceptibles desde la vida cotidiana. Asimismo, la comunidad humana, como parte que es de la naturaleza, es también dinámica y cambiante.
La interacción entre los dos ritmos de cambio, el de la naturaleza y el de la comunidad, puede ser armónica y constructiva, como puede también tener consecuencias destructivas. Es entonces cuando se producen los desastres.
Ambas dinámicas estarán siempre presentes en el proceso de desarrollo de la sociedad humana sobre el planeta Tierra. Dada la capacidad transformadora que ha alcanzado la cultura, existirá siempre la posibilidad de que uno y otro proceso se desfasen (lo cual equivale a que se junten la bomba y la mecha), lo cual conducirá a la aparición o agudización de mutuos riesgos (riesgos para la comunidad y riesgos para los ecosistemas).
En una u otra forma los riesgos estarán siempre allí, y de nuestra habilidad para actuar sobre sus componentes dependerá que éstos no se conviertan en desastres.

Sobre los escenarios


Al espacio y al tiempo en donde esos dos elementos del riesgo (las amenazas y los factores de vulnerabilidad; la bomba y la mecha) confluyen e interactúan, y a las posibles consecuencias de esta interacción, vamos a darles el nombre de escenarios de riesgo.







martes, 21 de enero de 2014

El gobierno colombiano: pendiente de las grietas



Este año, el Consejo Municipal para la Gestión del Riesgo de Desastres, de la ciudad de Cali, en Colombia, continuará con las visitas a edificaciones que estén en riesgo, o, que sean vulnerables.
La Asociación de Ingenieros del Valle ha advertido que el 70 por ciento de las construcciones en Cali presentan algún grado de vulnerabilidad porque fueron levantadas mucho antes de que las normas de sismorresistencia entraran en vigencia.

La vulnerabilidad se presenta, en especial, por los movimientos telúricos porque, como lo indica el Estudio de Microzonificación Sísmica de Cali, hay zonas que están sobre suelos de arcilla, limo y arena, muchas de ellas en el sur de la ciudad. /Con información de: www.eltiempo.com

domingo, 20 de octubre de 2013

Comunicar la gestión de riesgos



Por: Adelfo Solarte

Cuando invocamos el concepto de comunicación en el de por sí complejo campo de la gestión integral de riesgos ante desastres socionaturales y tecnológicos, se perfilan varios caminos gruesos que intentan recoger la importancia que esos mecanismos comunicacionales puedan aportar.
Para decirlo de forma más concreta, esos caminos intentan decirnos para qué nos sirve la comunicación en la gestión de riesgos de desastres.
Una primera ruta es la de permitir el diálogo entre los distintos actores que se ocupan de hacer gestión de riesgos. La gestión de riesgos, como sabemos, es un conjunto de estrategias dirigidas no a la atención de los desastres sino a manejar de una forma humana y socialmente aceptable el riesgo de que tales desastres se manifiesten. Por lo dicho, la gestión de riesgos basa buena parte de sus estrategias en la prevención y mitigación.
Ya este aspecto prospectivo ha sido advertido en las últimas tres décadas por distintos expertos en la gestión de riesgos, al igual que por los organismos  que  se ocupan del tema. Siendo así, pareciera que  algunas cosas  se deben hablar, a  algunos acuerdos se debe llegar, algunos asuntos se deben tratar entre aquellos que hacen la gestión de riesgos con miras a evitar los desastres.
Para todos estos escenarios la comunicación es una buena herramienta ya que permite conversar, decirnos, discutir, acordar. Sin esta comunicación las posibilidades de llegar a algún tipo de consenso son humanamente imposibles ya que nuestra capacidad social de interactuar está basada en mecanismos de comunicación y de su eficiencia.
Hay otro camino que nos habla del uso de la comunicación en la gestión de riesgos. Es el que  surge no ya entre los actores sino el que dirige la discusión hacia los públicos masivos, hacia la audiencia, para  lo cual la comunicación basada en medios de amplio rango de incidencia  pública juega  un papel preponderante.
Es lo que en su momento Kofi Annan reflexionaba. El decía que a  estas alturas  “la comunidad científica comprende la importancia de la relación que existe entre los desastres naturales, los cambios climáticos y el uso de la tierra” pero que ahora el gran reto que se le planteaba a los que hacen gestión de riesgos es  el de “comunicar de modo más efectivo este conocimiento a los ciudadanos y a los políticos con capacidad de emitir leyes”.
Antonio Pasquali, uno de los más reconocidos comunicólogos venezolanos,  afirma que la comunicación “Es la relación que - prescindiendo del medio o aparato utilizado para facilitarla – comporta el uso de canales naturales en las fases extremas de envío-recepción, un proceso de elaboración y comprensión mental del mensaje enviado-recibido, la producción de efectos de convivencia, y una situación de auténtica acción recíproca entre agente y paciente, entre transmisor-receptor de mensajes o interlocutores”.
Del anterior concepto nos interesa resaltar el hecho de que la participación mediática no ha de verse como un elemento restrictivo o aparte de aquella comunicación que se da de forma más cercana entre los actores digamos primarios  de la gestión de riesgos. Como bien lo apunta el experto, más allá de los aparatos hay componentes humanos antes y al final de la ecuación comunicacional.

Al final, dos caminos y un solo propósito: construir el  escenario que permita la posibilidad de decirnos hasta dónde estamos dispuesto a aceptar que las amenazas y nuestras vulnerabilidades se combinen como antesala al desastre.

domingo, 6 de octubre de 2013

MÉXICO / Tras los ciclones “exceso de confianza” institucional





Los ciclones "Manuel" e "Ingrid" dejaron más de 150 muertos a su paso por México, una ingente labor de reconstrucción pendiente y la incógnita de saber quiénes fueron los culpables de la lenta respuesta institucional y de la construcción de viviendas en zonas de riesgo.
"Esto fue una 'tormenta perfecta', un evento absolutamente inusitado e inusual" que "rebasó la capacidad de respuesta" del país, dijo a Efe el experto en gestión de desastres Ricardo Zapata, consultor de la Unión Europea (UE) y exfuncionario de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

Además de las condiciones climáticas extremas propiciadas por la llegada de dos ciclones tropicales a la vez, uno por la cuenca del Atlántico y otro por la del Pacífico, el experto señaló que en el desastre influyeron también cuestiones políticas.
"Es un evento fuera de lo normal, entre comillas, y que le toca a una Administración que se está estrenando: el director nuevo de la Coordinación Federal de Protección Civil (Luis Felipe Puente) no tenía una experiencia previa", sostuvo.
El también coordinador del Manual para la Evaluación de Impacto Socioeconómico y Ambiental de los Desastres (Cepal, 2003) explicó que "si alguna lección habría" que sacar de lo ocurrido "es que, en una transición de un Gobierno a otro (...), debería mantenerse una base técnica en ciertos aspectos cruciales".
Está de acuerdo en que México es un país con experiencia en gestión de desastres, afectado por el paso del huracán "Paulina", en 1997, por ejemplo, pero sostiene que "una parte de las lecciones las desaprendió" en esta ocasión al confiarse en exceso en que "la institucionalidad estaba ahí y funcionaba". 
Información tomada de: http://noticias.terra.cl