lunes, 25 de noviembre de 2013

Escuelas más seguras: estamos a un paso


Los datos que se manejan en Venezuela sobre el  posible impacto que tendría un evento sísmico de importante magnitud sobre el universo de edificaciones escolares (escuelas y liceos) es, por decir lo menos, completo y  detallado. Además  se   han propuestos  algunos  planes de acción para prevenir un posible  colapso estructural mediante técnicas de mitigación.  Falta,  eso sí, llevar a la práctica todo este  caudal de información.




El profesor e investigador Oscar López presentó en el volumen 47, Nº 1,  del Boletín Técnico del Instituto de Materiales y Modelos Estructurales de la Universidad Central de Venezuela, en el año 2009, un trabajo sobre indicadores de riesgo sísmico en edificios escolares de Venezuela.
Según López una revisión de los efectos de 26 terremotos ocurridos en el planeta desde 1933  y hasta el año 2000 puso en evidencia la elevada vulnerabilidad de las edificaciones escolares que han provocado la pérdida de miles de vidas. Para decirlo de alguna manera, los terremotos parecen tener una  especial predilección  por este tipo  de estructuras.
En el caso de Venezuela se han identificado 16 sismos ocurridos en el siglo XX que ocasionaron algún tipo de daño en escuelas. El más emblemático fue el de Cariaco, estado Sucre, ocurrido en 1997  y que  se ha  convertido en  el terremoto  referencial   a   la  hora de hablar de impacto  de este  tipo de eventos sobre la planta física escolar.
Varios edificios estructuralmente idénticos y pertenecientes a las escuelas tipo denominadas Antiguo tipo 1, que fueron construidos en la década de 1950 en diversos lugares del país, fueron dañados por los sismos de Carúpano (en 1974), del Táchira (en 1981), del Pilar (en 1986) y de Curarigua (en 1991).
En particular dos de estos edificios y otros dos pertenecientes al tipo denominado cajetón, que fueron construidos en la década de 1970-1980, se derrumbaron durante el sismo de Cariaco de 1997, causando gran pérdida de vidas.
El mal comportamiento de estos edificios, según el investigador, puede  estar atribuido a deficiencias sismorresistentes propias de aquellas edificaciones construidas con las normas de 1939, 1947, y 1967, a saber, poca rigidez y resistencia a carga lateral, poca capacidad de disipación de energía y la presencia de columnas cortas que precipitan modos de falla frágil.
Es bueno acotar que la mayor parte de los 28 mil 119 planteles escolares del país fueron construidos con las normas antiguas, con criterios de diseño sismorresistente considerablemente menos exigentes que los encontrados en las normas posteriores de 1982 y 1998; un 69,4% de ellos están además localizados en zonas de amenaza sísmica elevada.

¿Qué hacer con  esta realidad?


Queda claro que en Venezuela  existe  una  buena data en  cuanto a los escenarios sísmicos esperados e incluso se ha avanzado en algunas urbes en cuanto a mapas de microzonificación que hacen de la información para la  gestión de riesgos un insumo de muy buena calidad.
Además de la ubicación de las escuelas, muchas ya poseen estudios lo suficientemente consistentes  como para declararlas de alta prioridad en la  ejecución de planes de reforzamiento estructural.
El  ingeniero Gustavo Coronel,  profesor de la UCV y estudio del tema, afirma que existen alrededor de 300 escuelas de alta prioridad que ameritan ser tomadas muy en cuenta en inversiones para garantizar su reforzamiento sismorresistente.


PC Guanta partició en Congreso





El Instituto Autónomo de Protección Civil y Administración de Desastres de Guanta (PC) fue seleccionado para participar en la III Edición del Congreso Internacional de Prevención y Administración de Desastres, que se efectuó los días 21, 22 y 23 de noviembre de este año.
El director del ente, Ángel Ugas, manifestó que al evento que se celebró en la ciudad de Mérida, asistirán como representantes del municipio portuario, considerado como una de las jurisdicciones modelo en materia de prevención de riesgos, según invitación de la Fundación Venezolana de Investigaciones Sismológicas (Funvisis).
“En la cita estarán acompañándonos el Director nacional de Protección Civil, el Viceministro de Riesgo y Administración de Desastres, la Directora de Protección Civil del Distrito Capital, entre otras personalidades.

Además se presentarán ponentes provenientes de Panamá, Puerto Rico, Costa Rica y México, donde esperamos intercambiar conocimientos y experiencias laborales y comunitarias”, indicó Ugas.  / Con información de: www.nuevaprensa.web.ve

COLOMBIA / Evacúan a 3 mil mineros de zona propensa a desastres







Unas tres mil personas fueron evacuadas de la vereda Los Asientos, sector San Román, en Buriticá, Colombia, por el riesgo que ofrece la explotación minera sin control.
El director del Dapard, César Herández, notificó que la evacuación se hizo con el fin de proteger la vida de las personas que realizan esta actividad en una zona que fue declarada de alto riesgo de desastres.
Con este propósito, la administración municipal declaró la calamidad pública, la cual fue avalada por la Gobernación de Antioquia y la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (Ungrd).

Según Hernández, la salida de las personas se hace de manera preventiva, pues el sector San Román, donde ocurrió el último evento que puso en riesgo la vida de las personas asentadas que se dedican a actividad minera formal e informal, es catalogado de alta vulnerabilidad./ Con información de: www.elcolombiano.com

sábado, 23 de noviembre de 2013

Niels B. Holm-Nielsen: “La magnitud de los desastres depende de dónde y cómo se construye”

El experto en manejo de riesgo de desastres del Banco Mundial Niels B. Holm-Nielsen explica la relación entre cambio climático y fenómenos naturales. Para prevenir los  efectos  de  los  fenómenos naturales sobre la población, el especialista recomienda, en primer lugar, la necesidad de conocer las amenazas, el riesgo y la exposición de un país y una economía. Con esta información se debe pasar a la acción.




Fenómenos meteorológicos devastadores, como el tifón Haiyan en Filipinas y las tormentas gemelas Ingrid y Manuel en México, podrían incluso ser más intensos en el futuro si se cumple la predicción de que para el 2100 el planeta será 4ºC más caliente. Ante este panorama, América Latina no se encuentra en una situación ventajosa: nueve de los 20 países más expuestos a los desastres naturales están en la región, lo cual amenaza los logros sociales y económicos cosechados en los últimos años.
De todas formas, varios países –como Ecuador, Brasil, Costa Rica, Panamá y México- ya trabajan para tratar de frenar el impacto del cambio climático, y han convertido la mitigación y la prevención en una prioridad de sus gobiernos.
En la siguiente entrevista, el experto en manejo de riesgo de desastres del Banco Mundial Niels B. Holm-Nielsen, explica la relación entre cambio climático y desastres naturales, así como las medidas que pueden adoptar los países de la región para paliar sus efectos.

Pregunta (P). ¿Está el cambio climático detrás de catástrofes como la de Filipinas, o la de hace unos meses en México?

Respuesta (R). Lo que acaba de suceder en Filipinas puede haber sucedido unas 10 ó 15 veces en los últimos 50 años, por lo que no se puede afirmar que se deba directamente al cambio climático.
De todas formas, el aumento de la temperatura ambiental en el planeta está provocando también un incremento en la temperatura del agua, y eso genera más energía que puede transformarse en ciclones más fuertes. El mayor costo en pérdidas materiales y vidas no tiene tanto que ver con la intensidad del fenómeno sino con dónde y cómo se construye, dónde vive la gente y el valor de las infraestructuras expuestas a estos fenómenos.

P. ¿Y qué impacto puede tener este incremento de desastres naturales en las economías latinoamericanas?

R. Más desastres implicarían un incremento de los costos económicos relacionados con las pérdidas materiales. Hay estudios que indican que los países del Caribe, en promedio, pueden perder entre el 2% y el 6% de su PIB anual como consecuencia de los desastres. En 30 años, ese porcentaje podría aumentar en un tercio como consecuencia directa del cambio climático.

P. Obviamente el impacto económico afecta en última instancia el desarrollo…

R. Los desastres ambientales no solo tienen que ver con el fenómeno natural (huracanes, sismos, inundaciones). De hecho, la magnitud de un desastre se mide por las pérdidas humanas -debidas en parte a la ubicación de la población en zonas costeras- y por los costos derivados de los destrozos y de la recuperación de las zonas devastadas. Cada año hay muchos ciclones que ocurren en el Atlántico y que nunca llegan a la costa. Por eso no se les considera desastres. Pero cuando el fenómeno natural ocurre en una zona donde la gente está expuesta, y donde la calidad de la infraestructura no está preparada para hacerle frente, es cuando ocurre un desastre y se genera un problema en términos de desarrollo.

P. ¿Cómo se pueden preparar los gobiernos para los embates de la naturaleza?

R. Para prevenir este tipo de eventos, primero se deben conocer las amenazas, el riesgo y la exposición de un país y una economía. Esto se puede conocer a nivel sectorial, individual y de gobierno. En base a este conocimiento, se pueden generar estrategias eficientes, que pueden ir desde construir barreras en las costas que están expuestas a aumentos del mar o maremotos, usar el drenaje, o construir edificios preparados para estas eventualidades.

P. ¿Y qué sucede cuando la prevención no es suficiente para evitar que un evento natural termine en desastre?


R. Los eventos extremos, que estadísticamente suceden cada 500 años, siempre pueden ocurrir. Cuando suceden, los gobiernos deberían estar asegurados para no cargar con todos los costos derivados de las pérdidas materiales. Esto lo pueden hacer a través de mercados financieros internacionales, en un ejercicio que economistas y expertos en la materia llamamos “transferencia de riesgo”. México, por ejemplo, ya lo hizo cuando lanzó un bono en el mercado financiero. También los países caribeños tienen un seguro contra terremotos y huracanes. /  Material publicado en  www.elpais.com / Autor: Robert Valls, Productor online del Banco Mundial.


MÉRIDA / Rinden homenaje a Jorge Burguera y presentan estadísticas de accidentes de montaña





El Centro de Investigación en Gestión Integral de Riesgos (CIGIR) y muy especialmente en nombre de la Familia Burguera Mora, extienden una cordial invitación a estar presentes en el Acto en Homenaje al montañista Jorge Eduardo Burguera Mora, donde se develará un retrato pintado en lienzo en su honor, el cual formará parte de la galería de montañistas de la Antigua Casa de los Gobernadores de Mérida, por la destacada trayectoria que tuvo en nuestra Cordillera de Los Andes.

En este mismo evento se presentará la ponencia "Una aproximación a la caracterización estadística de los accidentes de montaña en Mérida" a cargo del profesor e investigador  Alejandro Liñayo, Coordinador del Proyecto Accidentes de Montaña que se ha venido desarrollado en el CIGIR. Liñayo es el actual Viceministro para la Gestión de Riesgos y Protección Civil.

Lugar: Antigua Casa de los Gobernadores de Mérida Av.3 con calle 20 (frente a la farmacia La Vencedora)
Hora: 11:00 a.m.
Fecha: Domingo 24/noviembre/2013

domingo, 10 de noviembre de 2013

¿Conoces la lluvia?

Por estos  días de noviembre una vez la lluvia nos visita con  intensidad. Esa lluvia por lo general suele ser polémica. A los  poetas, románticos   y melancólicos les suele agradar. Los niños por lo general gozan un mundo  corriendo bajo la lluvia. Otros, sin embargo, la odian. Incluso cuando llueven dicen que hay “mal tiempo”.



Ante todo partamos de lo más básico: ¿Qué   es la lluvia? La definición más elemental nos indica que la lluvia es un fenómeno atmosférico. Lo de atmosférico es porque se produce allá arriba, en la atmósfera, esa capa de gas que rodea nuestro planeta.
Ahora bien, la lluvia es un fenómeno atmosférico de tipo acuático y  aunque parezca una necedad decir que es acuático (relativo al agua) la precisión es absolutamente necesaria ya que en vez de gotas podemos tener copos de nieve o incluso granizo.
Lo que sí es cierto es que en todos los casos es una   precipitación  -  caída -   de agua en forma de gotas. Estas gotas han sido medidas para tener el honroso   título de gotas de lluvia: deben tener un diámetro mínimo de 0,5 mm. Con este tamaño caen a la tierra por la gravedad a una velocidad superior a los 3 metros por cada segundo, es decir unos respetables 33 kilómetros por hora, más o menos.
Por cierto, se sabe de unas  gotas (o gotas gigantes, o mega gotas) que llegaron a medir un centímetro, o sea 20 veces el tamaño de una gota promedio. Pero lo normal es que con sus  0,5 mm tengan el peso suficiente para precipitarse a tierra. Lo demás es lluviosa obesidad.
Estas  gotas aparecen por la condensación del vapor de agua contenido en las nubes.

Asunto de cantidad

La lluvia es fundamental para la vida. Un año sin   lluvia en el planeta y la hambruna acabaría con   buena parte del planeta. Dos años sin una gota de lluvia,  ni hablar de lo que pasaría.
Pero  pese a su importancia fundamental  para la vida, la lluvia por lo general suele ser polémica. A los  poetas, románticos y melancólicos les suele agradar. Los niños por lo general gozan un mundo corriendo bajo la lluvia.
Otros, sin embargo, la odian. Incluso cuando llueven  dicen que hay “mal tiempo”.
Parece que lo que más enfada es la cantidad y la duración, cuando ambas son excesivas para el gusto de la mayoría. Una lluvia muy fuerte o una muy prolongada, aunque sea suave,  suelen disgustar a muchos. Algo así como “bueno es el cilantro pero no tanto”.
¿Y cómo medirla para saber si es mucha? La cantidad de lluvia que cae en un lugar se mide con unos aparatos llamados pluviómetros. La medición se expresa en milímetros de agua y equivale al agua que se acumularía en una superficie horizontal e impermeable de 1 metro cuadrado durante el tiempo que dure la precipitación. Un litro caído en un metro cuadrado alcanzaría una altura de 1 milímetro.  Si un   pluviómetro recoge más de 30mm en una hora o   incluso si supera los 60 mm (es decir 60 litros de agua  por metro cuadrado) estamos en presencia de una lluvia muy fuerte o torrencial. Como dijo alguien en    una  película: “tenemos un  problema”. Es decir, sí  estamos en el lugar equivocado en el momento menos recomendable, como por ejemplo el cauce de un río, en  las  riveras  de  una  torrentosa quebrada o en    una zona propensa a las inundaciones, entonces cada gota de lluvia nos puede saber amarga.

La tierra es  una   esponja

La lluvia, en su caída, se distribuye de forma irregular: parte la aprovecharán las plantas, parte aumentará los caudales de los ríos por medio de los barrancos y escorrentías que, a su vez aumentaran las reservas de pantanos y embalses y la mayor parte se infiltrará a través del suelo, discurriendo por zonas de texturas más o menos porosas que formará corrientes subterráneas que irán a parar o bien a depósitos naturales con paredes y fondos arcillosos y que constituirán los llamados yacimientos o pozos naturales, o acabarán desembocando en el mar.


NICARAGUA / Ofrecen campamentos educativos sobre riesgos





Francisco Castellón Mendoza es un niño de 10 años que llegó al “Campamento Educativo de Gestión de Riesgos”, para reconocer los peligros que enfrenta en su comunidad, Sabana Grande, en El Jícaro, municipio de Nueva Segovia, de Nicaragua.
El pequeño relata a sus promotores guías, cómo las fuertes lluvias hacen crecer el río en temporada y como él junto a sus amigos tienen que ingeniárselas para cruzar las fuertes corrientes para asistir a clases y regresar a casa.
“Yo recuerdo una vez que llovió muy fuerte, y en el río pasó un hombre muerto, es por eso que venimos a los campamentos, para que nos enseñen a saber qué hacer para que no nos pase nada malo”, expresó Castellón.
Son 123 los niños que acuden a los campamentos educativos impartidos por el Instituto para el Desarrollo y la Democracia, en conjunto con la Asociación para la Cooperación con el Sur, Acsur-Las Segovias.

Juegos como “Riesgolandia”, La alfombra bailarina, Tócame si puedes, Cabrita salí de tu huerta y Doña Ana no está aquí, son las metodologías usadas con los infantes para hablar sobre desastres y cambio climático; amenazas, vulnerabilidad, riesgos y alertas./ Con información de: www.elnuevodiario.com.ni

Diez países analizaron acciones ante desastres


 

Perú fue escenario del “Encuentro Sudamericano de Experiencias de Participación de la Sociedad Civil en la Gestión del Riesgo de Desastres”, realizado dentro del proyecto regional Perspectivas en la Implementación del Marco de Acción de Hyogo (MAH) en Sudamérica.
Dicho proyecto es financiado por el Departamento de Ayuda Humanitaria y Protección Civil de la Comisión Europea.
El evento, realizado de 6 al 8 de noviembre pasado, se desarrolló en Perú por parte de la iniciativa Soluciones Prácticas, organización de cooperación técnica internacional que trabaja en América Latina y el mundo, encargada de la coordinación en Sudamérica de la gestión nacional de riesgos de desastres.

La citada entidad tuvo la tarea de discutir y evaluar los avances en los países de la región con propuestas a futuro en esa materia.  /  Con información de:   www.andina.com.pe

domingo, 3 de noviembre de 2013

Google dotó a Colombia con sistema de alerta





Google lanzó en Colombia un sistema de alertas públicas (Google Crisis Response, en  castellano  “Respuesta a la Crisis de Google), que busca poner la tecnología al servicio de los ciudadanos cuando ocurra un desastre natural.
Terra.com habló con Susana Pabón, PR & Communications Manager de Google en Colombia, para conocer paso a paso cómo funciona y qué ventajas ofrece esta nueva herramienta. 
Google Crisis Response se ha lanzado solo en EE.UU., Japón, Taiwán y Australia, pero debido a la alta frecuencia de desastres por lluvias, Colombia se convirtió en el primer país en tener este sistema en Latinoamérica.
Con esta nueva herramienta, “Google busca volcar el uso de la tecnología para ayudar a las personas, cuando ocurran desastres naturales“, aseguró Susana Pabón y reiteró que esta compañía le está apostando muy fuerte a Colombia.
Google, el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales de Colombia (Ideam) y la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (Ungr) se aliaron para poner en marcha esta nueva herramienta y ayudar a todos los ciudadanos a mantenerse informados sobre los posibles desastres de de  origen natural que se presentan en las diferentes regiones del país.

¿Cómo funciona Google Crisis Response? 

Para empezar este no es un sistema de alerta previo. Funciona,  más bien, como una alerta en tiempo real, con el cual se puede saber cómo reaccionar ante tormentas tropicales, huracanes, inundaciones y deslizamientos.
A través de la página de Alertas Públicas (disponible a nivel mundial), desde Google Maps y Google Now los usuarios pueden consultar las alertas por desastres naturales, de acuerdo a la fecha y a la zona.
Susana Pabón explica que la mejor manera de usarlo es a través del buscador, donde una persona, por ejemplo, que quiera ir a Cartagena en determinada fecha, busca el hotel y en la parte de superior le saldrá una alerta roja o naranja, si es que existe.  
A través del Mapa de Crisis, los colombianos tendrán información útil para cuando haya una emergencia. Hospitales, rutas de evacuación y albergues estarán disponibles para ser consultados en este sitio. 

Google completó un año de trabajo para lanzar esta herramienta en Colombia y poder adelantarse, por así decirlo, a las situaciones de emergencia generadas por desastres naturales. Con información   de:   http://noticias.terra.com.co/