lunes, 27 de enero de 2014

Cuando un árbol cae, un desastre aparece


 En Venezuela no tenemos una cifra o relación estadística que indique hasta qué punto la deforestación incide en la ocurrencia de desastres. Lo que sí parece estar clara es la relación entre estas dos variables a tal punto que en países como Bolivia se estiman que la mayoría de los eventos que terminaron en tragedia, estuvieron motivados por la tala indiscriminada.



Derrumbes, inundaciones, sequías, vientos huracanados y un sin fin de desastres provocaron el pánico de la población boliviana en todas sus regiones. Innumerables respuestas surgen para explicar los fenómenos:“Castigo de Dios”, “Continúa el fenómeno de La Niña”, “Se acerca el 2012”, “Es el descuido de las autoridades”, y “La basura” son algunas de las respuestas que surgen entre la población.
“El 70 por ciento de los desastres son atribuibles a la deforestación de bosques y áreas verdes; el restante 30 por ciento a la contaminación de vehículos, empresas y otros”, explica el director de Recursos Naturales, Medio Ambiente y Agua de la Gobernación de Cochabamba, Zenón Miranda.
En Bolivia, más de mil hectáreas de bosques por día, y alrededor de trescientas mil al año son deforestadas, según el informe de la Autoridad de Fiscalización y Control Social de Bosques y Tierra (ABT).
“Las consecuencias vienen en cadena, las cifras reveladas por la ABT revelan un gravísimo desequilibrio en el ecosistema”, acotó Miranda.

La ampliación de la frontera agrícola, los chaqueos, incendios forestales, la sobreexplotación de especies maderables, y la construcción de caminos son los principales factores para la pérdida de la reserva forestal.
En las laderas, la pérdida de masa boscosa reduce y elimina la infiltración del agua para alimentar las fuentes naturales de agua dulce, asimismo provoca que el caudal corra con mayor violencia ocasionando la pérdida de nutrientes y el arrastre de toda la capa cultivable.
“Siempre llovía fuerte, pero el río nunca crecía tanto y tampoco provocaba tanta desgracia”, cuestiona la concejal de Villa Tunari, Eusebia Fernández. El arrastre de estas capas de tierra aumentan la bravura de los ríos provocando los desbordes e inundaciones que afectan a las viviendas, cultivos y ganado, según la explicación de Miranda.
En las quebradas y riveras de los ríos, las comunidades rurales acostumbraban plantar árboles como el sauce, el molle y la qewiña para crear defensivos naturales y evitar el desborde o los desmoronamientos. “Estas prácticas se están perdiendo porque la gente ya no trabaja, antes cada familia tomaba sus previsiones o se organizaba a nivel comunal. Ahora sólo esperan que las autoridades hagan todo”, reprocha el agrónomo, Orlando Zambrana.
Los árboles servían además, de cortina rompevientos, su eliminación ha deribado en la aparición de un nuevo fenómeno que aqueja al Trópico, los vientos huracanados.

La absorción del dióxido de carbono en el aire, es otra de las principales funciones para evitar el daño en al capa de ozono y las afecciones a la salud. “Si no hay absorción del dióxido de carbono, el daño a la capa de ozono se agrava, con ello el calentamiento global, y provoca el deshielo y consecuentemente la escaséz de agua”, explica Miranda. 
Autora: Zulma Camacho g. zcamacho@opinion.com.bo 
Publicado originalmente en el sitio web: www.opinion.com.bo

FUE NOTICIA ESTA SEMANA



CENTROAMÉRICA

Nicaragua actualiza cartilla
rural sobre riesgo de desastres



Las zonas rurales nicaragüense tendrán este 2014 una nueva cartilla sobre tema relacionados con el riesgo de desastres, informó el Estado Mayor de Defensa Civil del Ejército de Nicaragua.
La cartilla estará compuesta de tres documentos fáciles de manejar y sencillos de interpretar sobre cómo reducir el impacto de los desastres y cómo actuar una vez que ocurren, informó la Defensa Civil a través de una nota de prensa.

El documento principal, titulado "Adaptación al cambio climático, versión popular" es ilustrativo y ofrece, con un lenguaje coloquial, información básica sobre este fenómeno.  / Con información de: www.elnuevodiario.com.ni

SURAMÉRICA

Ecuador y Perú unidos
contra los desastres



La entonación de los respectivos himnos nacionales marcó el inicio de la tercera reunión binacional promovida por la Secretaría de Gestión de Riesgos (SNGR) de Ecuador y el Instituto Nacional de Defensa Civil (INDECI) de Perú que se llevó a cabo en el salón del ECU911 de Machala.
Elaborar el Plan Operativo 2014 (POA) para desarrollar una hoja de ruta y definir actividades concretas frente a las amenazas a la seguridad y a la defensa de ambos países fue el objetivo primordial del encuentro.
El gobernador de la provincia, Pablo Granda, fue el encargado de dar la bienvenida a las delegaciones, presididas por el subsecretario nacional de la SNGR, José Luis Asencio; y la secretaría general del Instituto Nacional de Defensa Civil del Perú, Elena Tanaca. // Con información de:  www.diariopinion.com

EUROPA

Fenómenos atmosféricos
encabezan los desastres



Temperaturas extremas: es el evento natural que más muertos causó en Europa. La ola de calor que afectó al sur del continente en verano de 2003 fue el peor desastre natural, con más de 70.000 muertos. Las 101 olas de calor provocaron un total de 77.551 fallecidos y unas pérdidas de 9.962 millones de euros. Su frecuencia e intensidad han aumentado en la última década y se estima que el cambio climático agravará estas cifras.

Inundaciones y tormentas: encabezan la clasificación de las mayores pérdidas económicas. Entre 1998 y 2009 se registraron 213 inundaciones, que provocaron 1.126 muertos y unas pérdidas de 52.172 millones de euros. / Con información de: www.consumer.es

miércoles, 22 de enero de 2014

Precisarán cálculos del riesgo sísmico en los andes




El proyecto Geociencia Integral de Los Andes de Mérida (Giame) será aplicado por la Fundación Venezolana de Investigaciones Sismológicas (Funvisis) en la cordillera de la entidad andina para lograr así una mejor precisión en el cálculo de la amenaza sísmica de la zona.
La investigación comprende la realización de tres perfiles sísmicos de gran ángulo que atravesarán los segmentos más representativos de la cadena andina, los cuales ayudarán a determinar con mayor precisión el riesgo sísmico en Los Andes de Mérida, reseñó el portal web de Funvisis.
Este proyecto estará a cargo de diferentes grupos de investigación pertenecientes a Funvisis, Universidad de Los Andes (ULA), Universidad Central de Venezuela (UCV) y Petróleos de Venezuela, S.A. (Pdvsa); quienes también realizarán un perfil perpendicular de las estructuras de la falla geológica de Burro Negro./AVN

2013 mantuvo la tendencia hacia el aumento global de la temperatura



El 2013 fue el cuarto año más caluroso en el mundo desde que comenzó a registrarse la temperatura en 1880, lo que confirma la tendencia de calentamiento a largo plazo del planeta, anunció el martes la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) de Estados Unidos. 
La temperatura media combinada de la tierra y los océanos fue 14,52 grados Celsius, o sea 0,62 grados más que la media del siglo XX (de 13,9°C), dijo la NOAA en su informe anual.
La temperatura media del planeta ha aumentado 0,06 grados por década desde 1880 hasta 2013 y 0,15 grados por década en los últimos 50 años (1964-2013).
El 2013 también fue el 37º año consecutivo con temperaturas globales superiores al promedio del siglo XX, según la NOAA.
Todos los años del siglo XXI (2001-2013) se encuentran entre los 15 más cálidos desde 1880. Los tres años más calurosos de la historia, desde que se toman los registros, han sido el 2010, 2005 y 1998, según la NOAA.
Aunque la mayor parte del planeta registró temperaturas superiores a la media anual, algunas regiones del centro de Estados Unidos, el Pacífico oriental y América del Sur soportaron más frío que la media histórica.
La NASA también publicó el martes sus propias estimaciones de la temperatura global en 2013, que son ligeramente diferentes a las de la NOAA.
Según datos de la agencia espacial estadounidense, 2013 fue el séptimo año más caluroso en el mundo desde 1880, con una temperatura media de 14,6°C, 0,6°C más alta que la media del siglo XX. /AFP

martes, 21 de enero de 2014

Pérdidas económicas globales por desastres bajaron en 2013

En el último año (2013), los eventos naturales que han terminado en desastres, como terremotos, erupciones volcánicas, tsunamis, ciclones, huracanes y otras tormentas, han afectado a países de todo el mundo aumentando su cantidad en los últimos meses, según los expertos.




El supertifón Haiyan, que golpeó a Filipinas, China y Vietnam, fue el evento natural más mortífero del año pasado, ya que acabó con la vida de más de 6 mil personas y remarcó la necesidad de que exista una mejor planificación para proteger a la gente en los países emergentes.
“Las pérdidas permanecieron comparativamente bajas”, comentó Torsten Jeworrek, miembro del directorio de Munich Re, empresa dedicada a los reaseguros.
Las alertas, las medidas preventivas, la planificación y preparación pueden reducir el impacto de las catástrofes climáticas y un ejemplo es como ayudaron a limitar el impacto de las tormentas invernales en Europa el año pasado.

Erogaciones

Las inundaciones en Europa central en mayo y junio encabezaron la lista de daños económicos globales en el 2013, con 15 mil millones de dólares en pérdidas, y, de esa cantidad, las aseguradoras pagaron 3 mil millones de dólares.
El evento más costoso para las aseguradoras el año pasado fue una serie de tormentas de granizo que afectaron al sur de Alemania en julio y provocaron daños a cientos de miles de automóviles y edificios, con desembolsos de 3 mil 700 millones de dólares por concepto de seguros.
Las catástrofes a partir de eventos naturales, como inundaciones, tormentas y terremotos, cobraron más de 20 mil vidas. Tanto los daños económicos globales por 125 mil millones de dólares provocados por esas catástrofes el año pasado, como los 31 mil millones de dólares desembolsados por las aseguradoras fueron menores que el promedio de los últimos 10 años de 184 mil millones de dólares y 56 mil millones de dólares, respectivamente, indicó Munich Re.

Impacto económico y humano

Debemos hacerle frente a las realidades del impacto económico y humano de los desastres naturales.
En total, las 880 catástrofes naturales registradas en 2013 provocaron la muerte de 20 mil personas, más que en 2012, pero menos que la media de los últimos 10 años que es de 106 mil muertos, indica el informe de Munich Re.
La industria de seguros se benefició por el más bajo número de huracanes en el Atlántico Norte desde 1982, pues ni una sola tormenta con fuerza de huracán continental llegó a Estados Unidos en el 2013.
Munich Re afirmó que, el número de tormentas menor que el promedio, se debió a efectos a corto plazo impredecibles y que las expectativas de una mayor actividad de huracanes en el futuro permanecen sin cambios.
La firma indicó en forma separada que el frío polar que afecta actualmente a Estados Unidos, que ha forzado al cierre de locales comerciales y escuelas y a la cancelación de miles de vuelos, tenía el potencial de provocar miles de millones de dólares en daños, pero que es demasiado pronto para hacer estimaciones.



Causas

Entre las causas que explican este incremento en el costo y frecuencia de los desastres, se encuentran los efectos de la variabilidad climática, el  cambio climático global y fenómenos sociales como la pobreza.
Según los datos aportados por la Estrategia Internacional de la ONU para la Reducción de Desastres  (UNISDR en inglés), las inundaciones son el fenómeno natural extremo que afectó a más personas,  un total de dos mil 437 millones en los últimos veinte años.
Las sequías se ubican como segundo con mil 141 millones de personas afectadas, luego las tormentas con 628 millones, los terremotos con 112 millones y las temperaturas extremas con 96 millones.


Opiniones

“Los desastres naturales pueden ser una experiencia muy traumática para los países y la asistencia es fundamental para aliviar el sufrimiento humano y fomentar al mismo tiempo la confianza en la capacidad de recuperación del país”, dice Eduardo Cavallo, economista del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Elizabeth Longworth, directora de la Oficina de la Estrategia para la Reducción de Desastres dependiente de la ONU señaló que, “El mundo experimentó tres años consecutivos de pérdidas económicas que superaron los 100 mil millones de dólares anuales debido a un enorme incremento de los bienes industriales y la propiedad privada destruidos por desastres naturales extremos, siendo esta la primera vez en la historia que se registran pérdidas de esa magnitud en un periodo tan corto”.
El secretario general de la ONU Ban Ki-Moon destacó que “Las pérdidas económicas por desastres naturales están fuera de control y que ”aunque estos desastres no puedan evitarse, sí se debe invertir para prevenir”, y agregó  “Lo peor está por venir… En un mundo con constante crecimiento de la población, la rápida urbanización, el cambio climático y un enfoque de la inversión que dista del de la mitigación del riesgo de desastres, el potencial de futuras pérdidas es enorme”. 

La crisis que viene

La humanidad está cada vez más expuesta a los peligros que derivan en desastres de origen natural. Mientras los países se preocupan por salir de una crisis económica cada vez más profunda, se están olvidando de la futura crisis mundial que estará relacionada con el medio ambiente. La crisis ecológica será todavía más devastadora. El futuro que nos espera no es nada esperanzador y cuanto antes seamos conscientes de ello, mucho mejor.




Publicado originalmente en: www.ellibrepensador.com/ Autor:
Prof. Norberto Ovando, Presidente Asociación Amigos de los Parques Nacionales -AAPN - Experto Comisión Mundial de Áreas Protegidas - WCPA - de la IUCN- Red Latinoamericana de Áreas Protegidas - RELAP



Redes locales aplicarán amplia encuesta





Las Redes Locales de Gestión de Riesgos de Desastres (formada en Venezuela por siete experiencias en varios estados del país), asumirán la responsabilidad de aplicar más de 200 encuestas a igual número de personas.
La encuesta tiene como objetivo evaluar la percepción del avance y las prioridades de gestión del riesgo de desastres en el nivel local.
Esta acción surge en el marco del Programa de Preparación ante Desastres del Departamento de Ayuda Humanitaria y Protección Civil de la Comisión Europea. Soluciones Prácticas lidera la implementación del Proyecto “Perspectivas en la implementación del Marco de Acción de Hyogo en Sudamérica”.
Esta intervención tiene como objetivo reducir los riesgos de desastres mediante una mayor participación de la sociedad civil y la articulación de los niveles locales, nacionales e internacionales basándose en la metodología de Visión de Primera Línea (VPL) elaborada y promovida por la Red Global (GNDR).

El gobierno colombiano: pendiente de las grietas



Este año, el Consejo Municipal para la Gestión del Riesgo de Desastres, de la ciudad de Cali, en Colombia, continuará con las visitas a edificaciones que estén en riesgo, o, que sean vulnerables.
La Asociación de Ingenieros del Valle ha advertido que el 70 por ciento de las construcciones en Cali presentan algún grado de vulnerabilidad porque fueron levantadas mucho antes de que las normas de sismorresistencia entraran en vigencia.

La vulnerabilidad se presenta, en especial, por los movimientos telúricos porque, como lo indica el Estudio de Microzonificación Sísmica de Cali, hay zonas que están sobre suelos de arcilla, limo y arena, muchas de ellas en el sur de la ciudad. /Con información de: www.eltiempo.com

martes, 14 de enero de 2014

Cinco claves comunicacionales para entender el impacto del tifón Haiyan

El peor evento natural del 2013 dejó algunas pistas que pueden ayudar a mejorar la información pública



El tifón Haiyan (Yolanda, según otras denominaciones) tuvo un efecto letal pese a haber sido monitoreado, día a día, por organismos y gobiernos. Algunos expertos destacan una serie de situaciones que ayudaron a crear las condiciones sociales para tanta destrucción. El poco acceso a la información preventiva y mensajes pocos claros se cuentan entre los errores.

Adelfo Solarte
adelfo.solarte@gmail.com

En la lista de desastres a partir de eventos naturales sucedidos en el mundo en el recién finalizado año 2013, no cabe duda de que el Tifón Haiyan, que devastó parte de Filipinas en noviembre pasado, ocupa el primer lugar.
Cuando Haiyan muestre ante la historia su tarjeta de presentación ésta dirá que dejó 6.183 muertes confirmadas, 1.785 desaparecidos, 29 mil heridos, 16 millones de personas afectadas y daños por valor de 831millones de dólares, según el último balance del Gobierno de Filipinas, emitido a comienzos de año, dos meses después de lo que para ese país del sur del Pacífico califica como su peor desastre.
Haiyan logró esos impresionantes números a partir de su inusual fuerza como fenómeno meteorológico lo que le dio el rango de tifón más mortífero en la historia de las Filipinas, el más intenso en la historia  en tocar tierra y el cuarto más intenso en la cuenca del Pacífico.
Si tomamos en cuenta que la región donde se ubica Filipinas – o  sea el sudeste asiático - es la más intensa del mundo en cuanto a ocurrencia de tifones,  ya que en un año promedio tiene 27 meteoros con nombre, veremos porque Haiyan es ahora una palabra fija en la historia meteorológica de la humanidad.
Expertos,  como el meteorólogo norteamericano Timothy P. Marshall, han explicado que el  poder de Haiyan surgió de la convergencia de varios factores entre los que destaca unas aguas oceánicas cálidas que aumentaron la potencia del fenómeno. Este  elemento le dio al evento una de sus particularidades: la de generar vientos récords de hasta 315 kilómetros por hora.
Por cierto que Haiyan fue un detonante igualmente potente – pero también polémico - de la discusión mundial en torno a los reales alcances de los efectos del cambio climático y en específico del calentamiento global.
Es decir, el tifón  Haiyan, es tema  obligado en la discusión internacional sobre los desastres,  sus causas y sus efectos. 
Precisamente por este protagonismo e importancia,  Discovery Channel presentó, la semana pasada, un programa especial de una hora denominado “El Mega tifón de Filipinas”, en el que, con la ayuda de varios científicos analizó como pudo ser posible el surgimiento de una tormenta tan colosal. El programa también reveló los hechos científicos detrás de su devastador y mortal poder, y de la cadena de eventos que propició su aparición.
Aunque no fue el motivo central del programa, de las intervenciones de varios especialistas, entre los que destacan el oceanógrafo Simon Boxall, el meteorólogo Timothy P. Marshall y el vocero y empleado de Pagasa, Centro Meteorológico de las Filipinas, Christopher Pérez, se puede apreciar que además de las condiciones físicas y meteorológicas medidas, existieron algunas condiciones sociales que permiten acercarse a una respuesta del porqué hubo tantas muertes.
Y en esa revisión, se puede establecer la ausencia de de una comunicación eficiente y efectiva como parte de la vulnerabilidad que disparó la ya de por sí redimensionada amenaza, personificada por el tifón Haiyan. De las intervenciones de los expertos en el programa “El Mega tifón de Filipinas” elaboramos una   lista de cinco situaciones que aparecen aludidas de forma aislada en el programa pero que, unidas aquí, permite reconocer a  la “incomunicación” como un  factor de incidencia en el nivel de letalidad de este  evento.

La TV… ¿Y otros medios?

Días antes de la tragedia generada por el paso del tifón Haiyan, el gobierno filipino había activado una campaña televisiva en la que conminaba a la población a tomar las precauciones ante la inminencia de un tifón con todas las características de una “mega tifón”.
El problema aquí fue que en muchas  aldeas pobres, ubicadas sobre la costa, la población, extremadamente pobre, no tenía aparatos de TV como para enterarse o seguir esas recomendaciones.
Probablemente – esto requeriría una investigación más detallada – faltaron medios más ajustados a las características de la comunidad, como por ejemplo el perifoneo, que replicara, ya en una forma más sencilla, lo que la TV transmitía.

¿Entendían todos?

En Filipinas se hablan más de 170 lenguas   autóctonas, casi todas del grupo filipino. Oficialmente sólo el filipino y el tagalo son reconocidas por las autoridades, junto al inglés como idiomas para todo el país.
Esta coexistencia de más de 170 lenguas autóctonas de origen malayo-polinesio es un reto comunicacional. Algunos especialistas estiman que muchas aldeas no comprendieron con claridad los mensajes previos a Haiyan, pese a estar expuestos a las informaciones.

Lo técnico sobre lo comunicacional

Para los expertos, la “marejada ciclónica” generada por los fuertes vientos de Haiyan, fue la responsable del mayor porcentaje de muertes, sobre todo en las áreas bajas de la parte este de la ciudad de Tacloban, al oriente de Filipinas.
Pese a saberse de la posibilidad de una inusual marejada ciclónica, la información sobre este subproducto del tifón, no fue transmitida de forma clara. Lo propios expertos consideran que el término “marejada ciclónica” no le decía mayor cosa a los ciudadanos y que hubiese sido preferible usar referencias a que sobre las costas se sentirían los efectos de iguales a un “tsunami”, aunque no fuese este precisamente  el fenómeno que se presentaría.
En definitiva, la claridad comunicacional, el carácter diáfano de lo que se quería decir, debió estar por encima de las denominaciones técnicas, al menos en  el discurso informativo de los medios.

Tifón: eso ya lo sabemos

Otro elemento comunicacional no  considerado – a partir de lo expresado por los expertos en el programa de Discovery Channel – es que en la información se habló del advenimiento de un tifón, y que tal anuncio no generó ninguna motivación especial para una población acostumbrada a lidiar con hasta una veintena anual de este tipo de fenómenos. 
Parece que las  condiciones particulares que auguraban un “mega tifón” no quedaron claramente expuestas  por lo que la gente no consideró la  situación que se avecinaba como algo fuera de lo  común.

La pobreza condicionó las decisiones

Al igual  que ocurre en muchos países como Venezuela, aquellos que comprendieron el riesgo que implicaba quedarse en una  zona tremendamente  vulnerable,  tomaron una decisión insólita a los ojos de lo que viven en naciones desarrolladas: quedarse  en el lugar del peligro.
Para algunos expertos filipinos, dedicados a analizar los desastres, muchas familias pobres no tienen propiedad sobre sus viviendas y tal situación pudo llevar a miles a preferir quedarse para defender ese  pedazo de tierra -  cuya única posibilidad de reclamo   es la ocupación misma  -  antes que buscar refugio.

Una experta lo dijo en estos términos: “El terror que se produce ante la posibilidad de perder la casa es más fuerte que el terror ante el propio tifón”.  Lidiar con este rango de prioridades sociales, debe ser una realidad que asuman los constructores de los  mensajes dirigidos mediante la comunicación masiva.


miércoles, 8 de enero de 2014

El riesgo de desastre derrumba diferencias políticas de 4 alcaldes



 Alcaldes de los cuatro municipios que integran la Zona Metropolitana de Mérida, dieron ayer martes un primer paso para  atender de forma conjunta algunos temas claves que tienen que ver con las políticas de atención a los factores de riesgo, tanto naturales como tecnológicos, a los que se enfrenta el área más poblada del estado Mérida.






El desaparecido Nelson Mandela, Premio Nobel de la Paz en 1993, apostó a la reconciliación de su país a través del deporte. Pero aunque la de ayer no fue una reunión con esa intención, el encuentro entre cuatro alcaldes de distintos signos políticos, con el Viceministro de Gestión de Riesgos y Protección Civil, fue un gesto concreto de lo que puede lograr la atención de un área tan vital como la de la ocurrencia de desastres.
El propio Viceministro, Alejandro Liñayo, lo aclaró de forma llana: “Cuando tarde o temprano un terremoto se haga presente, no va a pedir la filiación política de nadie”.
Los alcaldes de Santos Marquina, Valmore Otalora (Psuv); de Libertador, Carlos García (MUD); de Campo Elías, Omar Lares (MUD)  y de Sucre  Arón Varela (Psuv),  atendieron el llamado del Viceministerio de Gestión de Riesgos y Protección Civil porque comprenden que este tema no puede reducirse al mero aspecto político.
Los referidos alcaldes gobiernan el área Metropolitana de Mérida, que en conjunto alcanza actualmente las 450 mil personas, es decir más del 50% de toda la población del estado Mérida. Es por mucho  el área más poblada y, por lo mismo, la más  susceptible a sufrir daños ante eventos naturales (terremotos o derrumbes) o causados por el hombre (incendios o explosiones).
Alcaldes y desastres
La reunión fue convocada por el Viceministro Liñayo en la urbanización Villa Libertad (también conocida como Chama-Mérida), vecina  a Las González, en los límites entre los municipios Sucre y Campo Elías.
Liñayo explicó que el área seleccionada representa uno de los espacios urbanos con mayor  presión demográfica y que tal situación, combinada con amenazas naturales ampliamente descritas por los especialistas, configuran un ejemplo de lo que debe marcar la acción de los gobiernos locales.
Por lo anterior el Viceministro sugirió a los cuatro alcaldes aprovechar las bondades históricas de Mérida en el tema de la atención de desastres y la propia gestión del riesgo. “Aprovechar por ejemplo los completos  estudios de caracterización que existen y la experticia de una gran cantidad de expertos en el área de la atención de desastres”, recomendó.
Señaló además que en Mérida existe la única maestría en Gestión  de Riesgos Socionaturales, en este caso dictada por la ULA, y  que este conocimiento debe ser aprovechado por los gobiernos locales para orientar sus políticas de atención.
Un aspecto fundamental es la responsabilidad de las alcaldías en la atención del crecimiento urbano y la ordenación del espacio, función claramente ubicada en la gestión de riesgos y que compete sin duda a los alcaldes.
Si bien Alejandro Liñayo no descartó el apoyo a todo lo relacionado con la atención de emergencias – por ejemplo, aquellas generadas por accidentes viales – reforzó en los alcaldes la tesis de que el mayor esfuerzo debe ir orientado a “atacar las causas estructurales que  generan los  desastres, más que a la inversión, siempre limitada, de recursos para atender el desastre consumado”.

Cada uno de los alcaldes presentes tomó brevemente la palabra para saludar el  gesto concreto del gobierno nacional en torno  a trabajar de forma unida, conjunta, en un tema tan  sensible como el de los desastres y  las emergencias. Ahora le toca a cada uno honrar,  con la   constancia y las  acciones, este significativo primer paso. /  AS / CNP: 8965