domingo, 29 de junio de 2014

La acción comunitaria se hace más urgente en la gestión de riesgos



En preparación de la tercera Conferencia Mundial de la ONU sobre la Reducción del Riesgo de Desastres, que se celebrará en Japón en marzo de 2015, la Declaración de Bangkok llamó a los gobiernos y las partes interesadas a mejorar la capacidad de recuperación a nivel local mediante la institucionalización de las estrategias de comunitarias integradas al desarrollo.


La  institucionalización de las estrategias de comunitarias integradas al desarrollo es un escenario que se intenta propiciar. /Foto: AS

La sexta Conferencia Ministerial Asiática sobre la Reducción del Riesgo de Desastres en Asia y el Pacífico concluyó la semana pasada con una declaración que pone énfasis en la participación de las comunidades locales en la respuesta de los gobiernos a los embates de la naturaleza.
Llevada a cabo todos los años en colaboración con la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNISDR), la conferencia de este año, organizada por el gobierno de Tailandia, fue la última vez que las partes interesadas de la región se reunirán antes que la cumbre mundial en Japón congregue a los gobiernos en 2015 para redactar planes post Marco de Acción de Hyogo (MAH).
Margareta Wahlstrom, representante especial del secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para el tema, dijo en la apertura de la conferencia que la gestión de riesgos necesita un modelo inclusivo y participativo que permita el trabajo conjunto de las comunidades de base y las autoridades locales.
Sus palabras fueron bien recibidas por Harjeet Singh, coordinador internacional de ActionAid, una organización de desarrollo internacional con sede en Sudáfrica.
“No deberíamos estar desarrollando soluciones en salas de juntas y conferencias como estas”, dijo a IPS. “En cambio deberíamos trabajar con las comunidades, que saben mucho más cómo les afecta esto. Muchas veces tienen soluciones que funcionan mejor”, aseguró.

Ejemplo asiático

En una conferencia de prensa posterior, Wahlstrom señaló que Asia Oriental es un modelo para el resto del mundo, ya que sus políticas de reducción del riesgo de desastres en los últimos 20 años permitieron un descenso importante en la mortandad como consecuencia de las amenazas naturales.
Según Wahlstrom, la conferencia abordó la cuestión fundamental de cómo lograr el diálogo entre las comunidades de base, que ya realizan el trabajo arduo de la mitigación y la adaptación, y los responsables políticos nacionales con el fin de influir en la agenda de desarrollo.
En preparación de la tercera Conferencia Mundial de la ONU sobre la Reducción del Riesgo de Desastres, que se celebrará en Japón en marzo de 2015, la Declaración de Bangkok llamó a los gobiernos y las partes interesadas a mejorar la capacidad de recuperación a nivel local mediante la institucionalización de las estrategias de comunitarias integradas al desarrollo.
Además, recomendó la inclusión de las redes de voluntarios y comunitarias y el fortalecimiento del papel de las mujeres como una fuerza en la creación de resiliencia a nivel local.
El documento también destacó la necesidad de adopción de fuertes medidas de transparencia en las relaciones entre la comunidad y los gobiernos locales.
Tailandia incorporó el concepto de “economía de suficiencia” del rey Bhumibol Adulyadej en el documento, que destaca la importancia del modelo de desarrollo centrado en las personas como forma de “reducir el impacto de la incertidumbre y aumentar la autoinmunidad de las comunidades locales”.
La economía de suficiencia, basada en los principios budistas de la moderación, la autosuficiencia y la sostenibilidad, promueve un modelo económico comunitario que rechaza la codicia, la sobreexplotación y el despilfarro.

Gente expuesta


Según un documento elaborado para la reunión de Bangkok por la UNISDR, la cantidad de personas expuestas a las inundaciones anuales en la región asiática pasó de 29,5 millones a 63,8 millones en los últimos cuatro años, mientras el número de habitantes de zonas propensas a los ciclones aumentó de 71,8 millones a 120,7 millones. Invariablemente, las más perjudicadas son las personas pobres y las comunidades de bajos ingresos que viven en los lugares más vulnerables al cambio climático, como los asentamientos de viviendas informales y las zonas costeras, por ejemplo.
/ Información tomada de: www.tendencias21.net   /Agencia: IPS / Redacción: Kalinga Seneviratne

Un concilio en una aldea, dirigido por mujeres, prepara un "mapa social" de la comunidad local. Crédito: Naimul Haq/IPS




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