domingo, 22 de noviembre de 2015

REPORTE ESPECIAL / Mérida: otro gran temblor nos pone los pies sobre la tierra


En las proximidades de Las González, municipio Sucre y zona epicentral de la intensa actividad sísmica, se observó el desprendimiento de rocas de las áridas montañas. /Foto Cortesía.

El nuevo temblor vespertino de este domingo,  trajo de vuelta a la mente de los merideños no sólo el recordatorio de la actual actividad símica, viva y dinámica como a inicios de noviembre, sino las preocupaciones que envuelven la certeza de saber que los andes puede generar no sólo temblores inquietantes sino también terremotos de mayor magnitud. No queda otra: hay que  estar preparados.


Relación de algunas de las réplicas registradas ayer domingo,  minutos después del  sismo principal.


Adelfo Solarte
adelfo.solarte@gmail.com

Dos semanas después  del sismo de magnitud 5.1, ocurrido  a las 2:28 de la madrugada del pasado 7 de noviembre, en las cercanías de Lagunillas (municipio Sucre del estado Mérida), la región se ve nuevamente sacudida por un temblor de igual magnitud (5.1) esta vez a las 4:08 de la tarde de este domingo 22 de noviembre.
El primer sismo – el del 7 de noviembre -  había arrojado hasta la mañana del domingo alrededor de 400 réplicas cuya magnitud, según el pormenorizado conteo que llevan los especialistas de  la Fundación Venezolana de Investigaciones Sismológicas (Funvisis) eran iguales o mayores  a 2.5. En ese racimo de temblores, hubo cerca de 20 réplicas que causaron alarma, ya que superaron la magnitud 4.0 es decir movimientos que aunque no destructivos, sí tienen la energía suficiente como para crear inquietud y causar ciertos daños, tal cual ocurrió.

Carretera de cuidado

En una trágica coincidencia con el temblor del  7 de noviembre, el último sismo importante  de este domingo 22 de noviembre,  no sólo igualó la magnitud de su predecesor (al marcar 5.1)  sino que también sumó una muerte, ya que las autoridades confirmaron la misma tarde del domingo, dos horas luego del movimiento telúrico, que en la fatídica carretera Rafael Caldera ( Mérida – El Vigía), conocida también por su nomenclatura vial como Local 008, murió el ciudadano Blas Federico Méndez, de 51 años de edad, luego de impactar con su carro  a otro  vehículo que viajaba en sentido contrario. La maniobra de los conductores ocurrió en un intento por evitar los derrumbes y caídas de rocas que produjo el sismo de las 4:08 de la tarde.
Con la muerte del ciudadano Blas Federico Méndez, la intensa actividad sísmica activada en una porción de la falla de Boconó, en un tramo equidistante entre las ciudades de Mérida y El Vigía (en las proximidades de la Laguna de Urao),  suma ahora dos fallecidos, ya que, como se recordará,  el temblor del 7 de noviembre  propició la muerte del trabajador Edgardo Salas,  de la Oficina de Comunicación Institucional de la gobernación del estado Mérida.
Ambos accidentes viales, como efectos colaterales de los sismos, suman también 6 heridos de distinta consideración.
Por supuesto que tras estos nuevos y luctuosos incidentes en la Local 008, las autoridades cerraron la vía (que de acceso al sistema de túneles) ya que se esperan réplicas asociadas al movimiento principal.

Viviendas afectadas

El fuerte temblor de este domingo 22 de noviembre también tuvo secuelas en algunas edificaciones.  
En un reporte preliminar, difundido ayer en la tarde al calor de los acontecimientos sísmicos, el gobernador de Mérida Alexis Ramírez,  adelantó que seis viviendas  fueron afectadas por el nuevo temblor.  Aparentemente una vivienda ubicada en el sector Los Araques habría presentado pérdida total en tanto un edificio de apartamentos de 5 plantas, situado en Ejido, mostró daños estructurales (una fisura) en una de sus fachadas.
Las autoridades de Protección Civil Mérida deben recorrer la zona del epicentro, tal como hicieron una vez ocurrido el sismo del 7 de noviembre. En este caso no sólo deberán tomar nota de las viviendas afectadas en esta ocasión sino observar qué efectos pudo haber tenido el nuevo temblor en las edificaciones que ya presentaban algún daño, tal es el caso de la famosa torre de la iglesia de Chiguará, malograda por el remezón del 7 de noviembre.

Expectativa sísmica

Ayer los merideños se debatían en estar pendientes de los resultados de las elecciones presidenciales en Argentina, la ronda del fútbol profesional, los comentarios en torno a las elecciones parlamentarias de Venezuela e incluso lo que se puede o se puede comprar para la Navidad.
Pero el nuevo temblor vespertino de este domingo trajo de vuelta a la mente no sólo el recordatorio de la actual actividad sísmica, viva y dinámica como a inicios de noviembre, sino las preocupaciones que envuelven la certeza de saber que los andes puede generar no sólo temblores sino también terremotos de mayor magnitud.
El desasosiego es mayor para aquellos que viven en la zona epicentral, en el municipio Sucre, a 20 kilómetros de la ciudad de Mérida. Muchas personas usaron las redes sociales para manifestar su temor ante nuevas réplicas o sismos mayores.
Otra semana se inicia y es probable que, nuevamente, la ciudad y los pueblos se vean, para bien, inundados de foros, talleres o conversatorios sobre lo que está ocurriendo y lo que se debe hacer ante estas circunstancias.
Mérida, forzada por los temblores, es una inmensa aula sísmica, tal cual la que pregona Funvisis en sus denodados intentos por sembrar una consciencia ante la realidad geológica que nos toca vivir. Cuando este reporte se escribía, en Mérida seguía temblando.

El impacto vial,  tras el sismo de este domingo 22 de noviembre, dejó una persona fallecida. Los temblores suman 2 muertes y 6 heridos desde que se iniciaron el pasado 7 de noviembre. / Foto Cortesía.

La Local 008 fue cerrada ayer como medida preventiva ante la posibilidad de réplicas, luego del fuerte sismo magnitud 5.1 de las 4:08 de la tarde.

Funvisis mantiene un monitoreo sobre Mérida y especialmente sobre esta actividad intensa de la Falla de Boconó. Con el temblor de ayer,  este episodio sísmico se ubica entre los más importantes de la historia telúrica de Mérida.


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